Russell Crowe se gastará 285 millones de euros para ir andando a trabajar
El actor ha dado a conocer un faraónico proyecto para construir un estudio de cine en la costa este de Australia, país que atrae cada vez más rodajes gracias a las subvenciones del Gobierno.
Australia pretende convertirse en una especie de sucursal de Hollywood y Russell Crowe está determinado a dar el empujón definitivo. En los últimos tiempos, el gobierno australiano ha lanzado sus redes en forma de subvenciones para atraer el rodaje de grandes superproducciones con bastante éxito, aduciendo además que se trataba de un destino seguro por su situación epidemiológica a lo largo de toda la pandemia.
De este modo, Thor: Love and Thunder (Marvel Studios), Thirteen Lives (MGM) y Blacklight (Zero Gravity Management) se encuentran entre las primeras películas en beneficiarse tanto del idílico ambiente como de las suculentas subvenciones. Así, el nativo Chris Hemsworth, Colin Farrell, Vigo Mortensen o Liam Neeson han convertido Australia en su cuartel general durante semanas. Y pronto se les unirán otros actores como Julia Roberts y George Clooney, que rodarán este año Ticket to Paradise.
Pero el que puede dar el espaldarazo definitivo al Hollywood australiano no es otro que Russell Crowe, que a sus 57 años está cansado de tanto viaje. "Durante varios años, he estado pensando en cómo podría combinar mi lugar de residencia y mi trabajo", asegura el oscarizado actor a la emisora pública australiana ABC.
Mucho más que un estudio
Y parece haber dado con la tecla ya que ha presentado un proyecto para construir un estudio cinematográfico en Coffs Harbour, al sur de Brisbane (Nueva Gales del Sur), en un antiguo complejo turístico que casualmente está a solo 25 minutos de la granja donde vive.
'Aussiewood', así ha sido bautizado por la prensa local, pretende albergar tanto rodajes internacionales como producciones locales e incluirá, además de las instalaciones para rodaje y posproducción, un hotel de lujo, una escuela de cine y una galería de arte indígena. Y todo ello por el módico precio de 438 millones de dólares australianos, lo que al cambio en euros viene a ser cerca de 285 millones de euros. Calderilla para poder ir andando, si lo desea, a trabajar.