Hay clásicos que jamás se pasan, que siempre están ahí. Yo lo estudié, yo me cansé de oirlo citar ('Nada', Primer Premio Nadal de la historia, en 1944, ganado por una jovencísima Carmen Laforet, su primera novela, un libro que habla sobre las heridas de la guerra sin necesidad de una bomba, sólo contando que el vacío que queda en el aire después, llenando ese piso de la calle Aribau, asfixiando a sus protagonistas, a esa chica, Andrea) pero tardé mucho, mucho en leerlo. Error. No lo cometáis. Aunque sea triste, tremendamente triste, es de esas lecturas que jamás te abandonarán, que viajan contigo, allá donde vayas. Para mí, está entre los mejores siete libros que he leído en mi vida. Y eso que tardé en hacerlo.