La vida de "absoluta locura" de Pennant: una juerga de 150.000 euros, un Porsche perdido...
El futbolista inglés fue el fichaje estrella del Zaragoza en 2009 tras su ascenso a Primera apenas un año después de sonar para el Real Madrid.
Jermaine Pennant ha sido uno de esos jugadores talentosos cuyo fútbol parecía verse siempre lastrado por la vida poco profesional que llevaba fuera. Pero eso no fue impedimento para que tuviera un ascenso fulgurante a la élite, llegando al Arsenal y posteriormente al Liverpool, siendo un nombre relacionado en su momento con el Real Madrid, y finalmente recalando en el Real Zaragoza, club al que llegó como fichaje estrella de Agapito Iglesias tras el ascenso a Primera División en 2009.
En una entrevista para El Periódico de Aragón, el inglés de origen jamaicano asegura que se ha "tranquilizado" y que todo es "distinto porque no estoy bajo el foco". Siempre fue conocido por su afición a disfrutar de la vida, de la juerga y de todos aquellos peligros que rodean a una persona joven, con fama y con mucho dinero. "No soy el de antes. No me creerá si le digo que ahora prefiero estar en casa tumbado en el sofá mientras veo una serie. Lo otro es cosa del pasado y aprendí de mis errores", confiesa antes de asegurar que apenas sale en la actualidad, ni siquiera cuando el Liverpool logró la Champions League hace tan solo unos meses.
Como muestra de los años de desenfreno que llevaba Pennant sirve una anécdota sobre su primer partido como titular con el Arsenal: "Tenía 19 años y la noche de antes decidí ir a una fiesta. Recuerdo que desayuné en un McDonald's. ¡La peor preparación posible! Marqué un hat-trick, pese a tener una resaca terrible. Mis compañeros de habitación me llamaron de todo", explica.
De un posible fichaje por el Real Madrid al Portsmouth
"Cuando estuve en Liverpool el Real Madrid vino a ficharme en mi último año de contrato. Sky Andrew (su agente) mantuvo negociaciones con el presidente y este dio luz verde al acuerdo por cerca de cuatro millones, pero Juande Ramos no estaba al tanto de aquella operación. Así que cuando se enteró decidió tumbar el acuerdo. Pasé del Madrid al Portsmouth. Un cambio gordo", ha confesado. Más tarde sí llegaría a España, al Zaragoza: "Tenía ofertas en Inglaterra pero cuando Sky me dijo que había una opción de ir a España dije: 'Eso está muy guay'. Pensaba que mi estilo de juego encajaría bien", comentó.
Allí logró el contrato más grande de su carrera, cobrando alrededor de 1,8 millones de euros anuales. Sin embargo, ese acuerdo estuvo a punto de romperse ante las pretensiones de su agente. Finalmente Agapito Iglesias puso calma y lo arreglaron, convirtiendo a Pennant en el abanderado del Zaragoza en su vuelta a la máxima categoría del fútbol español.
La vida nocturna, Marbella y un Porsche extraviado
Muchas son las anécdotas de Pennant durante su paso por España, un lugar cuyo idioma le creó serias dificultades durante su estancia: "Recuerdo eso de dos cervezas, por favor", confiesa. La noche, sin embargo, no era como le gustaría en la ciudad aragonesa. "Era como salir entre estudiantes, todo el mundo era muy joven. Así que aprovechábamos los desplazamientos", explica, haciendo referencia a viajes con el equipo pero también a otras visitas a Barcelona y Madrid con Frank Songo'o.
"No jugábamos mucho, entonces nos pillábamos un tren a Madrid o Barcelona. Junto a él viví una de las noches más locas en España, un viaje a Barcelona terrible. Fuimos porque habíamos quedado con unas chicas y tomábamos el tren a las 6.30 de la mañana para llegar a entrenar. Pero se retrasó y estábamos en problemas. Mi traductor me dijo que el doctor Villanueva había estado por mi casa y vio que no había nadie. Cuando llegué le hice creer que estaba dormido y no había podido responderle. Era una persona encantadora. Me supo mal", lamenta.
De igual manera recuerda arrepentido lo que le ocurrió en Marbella, donde fue con amigos desde Inglaterra después de que el club le diera permiso para resolver unos asuntos familiares. "Perdí el vuelo de vuelta, no asistí al entrenamiento y la prensa se enteró de que había estado allí. La discoteca publicó unas fotos mías de fiesta... Qué mal". Eso le costó 150.000 euros de multa, el sueldo de un mes: "La noche estuvo bien, pero creo que me salió un poco cara. La verdad es que mi vida en Zaragoza fue una absoluta locura", asegura.
Pero de todas las anécdotas, una de las que más historias y rumores se han contado es cuando olvidó su Porsche en la estación Delicias: "Tenía que coger un tren a Madrid y volar a Manchester para firmar el acuerdo con el Stoke City. Era 31 de agosto y estaba a punto de perder el tren. Si lo perdía se acababa todo. Así que me bajé del Porsche Cayenne y dejé las llaves en la guantera. Sabía que iba a volver para recuperarlo, no estoy tan mal como para abandonar un coche tan caro. Tampoco me olvidaba de él. Le dije a mi traductor que fuera a la estación, cogiera el coche y pagase el ticket del aparcamiento, luego se lo ingresaría, y tuvo que pagar casi 500 euros", comienza explicando.
"Le dije que no se preocupase, que el coche estaba abierto. El pobre quedó alucinado: 'Un Porsche abandonado y abierto. ¿Estás loco?', me dijo. Me llamaron porque un agente de seguridad estaba asustado. Pensaría que era un coche bomba o que guardaba algo peligroso. Fue una historia curiosa", concluye.
Su estilo de vida, influenciado por su dura infancia
Jermaine Pennant vivió una niñez difícil, criándose solo con su padre que tenía problemas con las drogas. "Viví la cultura de las pandillas, pero siempre tuve clara mi prioridad. Tuve que madurar rápido, siendo fuerte cuando solo era un crío. Supe no tomar el camino equivocado. Pude haberme unido a una banda, haber estado involucrado en la cultura del crimen y haber acabado así mi vida. El fútbol me salvó. Nunca sabré qué me hubiera pasado sin el fútbol. Quizás estaría en la cárcel, o muerto".