El desastroso debut del 'Popeye Ruso' en la MMA

Kirill Tereshin es un joven ruso que saltó a la fama debido a sus desproporcionados bíceps, los cuales son fruto del Synthol, una sustancia utilizada por muchos fisioculturistas para dar forma a sus músculos , pero que puede llegar a ser muy peligrosa sino se regula su uso. Ahora, el llamado Popeye Ruso por sus enormes brazos, es noticia por su debut dentro de un octógono de MMA.

El Popeye Ruso se citó en un gimnasio de su país para pelear en un combate de artes marciales mixtas contra el actor y escritor, Oleg Mongol, al cual no fue capaz de vencer a pesar de sus grandes músculos. El joven de 23 años de hecho, no aguantó ni un asalto y cayó antes de que se cumplieran tres minutos en el cronómetro.

Lo cierto es que Kirill salió enchufado e incluso fue capaz de conectar algunos golpes en la cara de su rival, al cual tampoco se le veía demasiado suelto dentro de la jaula, pero Oleg rápidamente consiguió arrinconarle al fondo en un lateral donde consiguió golpearle fuertemente y someterle finalmente con un estrangulamiento.

Esta primera derrota del ruso en el mundo de las artes marciales mixtas, ocurre después de que este mismo quisiera desafiar a principios de año a Vasily Kamotsky, el campeón del mundo de dar ‘bofetadas’, lo cual no fue buena idea por parte de Kirill ya que no fue capaz ni de aguantar un bofetón del granjero de Siberia. Como vemos, el ‘Popeye Ruso’ no está hecho para los deportes de contactos y quizás debería de buscarse otra disciplina deportiva.

¿Qué es el Synthol?

Como hemos hablado antes, los músculos de Kirill son fruto del Synthol, un aceite inyectable compuesto por triglicéridos y benceno, ideado y desarrollado en los años 80 por Chris Clark, creado para tratar de mejorar los resultados de culturistas profesionales a la hora de presentarse a un certamen. Lo que se trataba de conseguir utilizando este aceite era obtener una simetría perfecta en los músculos o corregir algunas carencias.

El Synthol no produce un aumento de la masa muscular como tal, sino que la sustancia ‘se queda’ dentro del músculo, aumentando el volumen de este, pero no la fuerza y para que sus efectos sean permanentes, su utilización debe de ser continua perjudicando gravemente la salud de los usuarios que lo utilicen.

Dicha sustancia es capaz de a provocar problemas en la piel, pero también puede causar embolias pulmonares, daño a los nervios, infecciones, derrames cerebrales y quistes o úlceras que podrían provocar incluso la amputación de los miembros afectados.