"TRAICIÓN" AL VOLANTE

Tom Brady, imagen de Aston Martin, pillado conduciendo un Rolls Royce

El mariscal de los Patriots es captado en Malibú tras el volante de un vehículo perteneciente a la competencia de la marca británica con la que mantiene una importante asociación comercial.

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Tom Brady, imagen de Aston Martin, pillado conduciendo un Rolls Royce

Tom Brady no es solo uno de los deportistas más admirados de los Estados Unidos, y eso que está considerado el mejor quarterback de todos los tiempos. Pero al margen de sus icónicos logros sobre el terreno de juego, el norteamericano es también conocido por formar junto a su esposa, la supermodelo Gisele Bündchen, una de las parejas de celebrities más envidiadas del panorama social. El poderoso matrimonio parece tenerlo todo: atributos físicos, una familia encantadora, un estilo de vida lleno de lujos, y una millonaria fortuna.

Gran parte de los ingresos del líder del equipo de Nueva Inglaterra provienen, evidentemente, de su trayectoria deportiva. Al fin y al cabo, es uno de los jugadores de la NFL mejor pagados de la historia de la liga. Sin embargo, Brady también se embolsa importantes cantidades económicas gracias a sus negocios y sus contratos publicitarios con firmas como Aston Martin, el célebre fabricante de coches de lujo.

La vinculación de Brady con estos automóviles tiene ya una duración de varios años, y el patrocinio de la marca que ejerce el deportista ha sido halagado hasta por su propia presidenta, Laura Schwab, que remarcaba durante las fechas de la pasada Super Bowl la generosidad y el buen talante del marido de la modelo brasileña. Aston Martin se decidió a sacar incluso una edición exclusiva de los coches bajo el nombre "Tom Brady Signature Edition Vanquish S Volante", cuyo precio ascendía a la friolera de 360.000 dólares.

Así que dado lo prolífico de esta relación comercial, ha resultado un tanto extraño ver a Brady conduciendo un vehículo de la competencia dentro del mercado automovilístico. El momento fue captado por los parazzis de la TMZ el miércoles por la noche en Malibú, cuando pudieron fotografiar al deportista, acompañado de su esposa, metido en el interior de un impresionante Rolls Royce Phantom.

La pareja acaba de volver de sus vacaciones familiares en Costa Rica y se dejaron ver por la zona del famoso restaurante Nobu de la costa californiana, donde tal vez disfrutaran de una cena íntima antes de ponerse al volante para volver a casa. El lugar es un punto de acecho habitual de los parazzis, por lo que se deduce que Brady no se estaba precisamente escondiendo ni tuvo problema alguno para conducir uno de los modelos de la marca 'enemiga' de Aston Martin. Ahora la pregunta es si la firma británica podrá perdonarle al jugador esta pequeña traición.