La historia de Olivera Cirkovic: de jugadora de baloncesto a fugarse de una cárcel
La vida de esta jugadora cambió con la desintegración de Yugoslavia y su incorporación a la banda criminal 'Pink Panthers', que robó más de 500 millones de dólares.
Olivera Cirkovic nació en Belgrado hace 49 años en el seno de una buena familia. El estatus de esta le permitió convertirse en una excepcional alumna y en jugadora de varios equipos de baloncesto, gracias también a sus 193 centímetros de altura. Durante su juventud jugó en clubes serbios como Vozdovac y Estrella Roja, del que más tarde fue directora deportiva, y en el Jedinstvo Tuzla, conjunto bosnia que en esa época era el campeón de Europa.
Sin embargo, todo cambió para ella cuando se produjo la desintegración de Yugoslavia en los años 90, lo que la condujo a la delincuencia y finalmente a la cárcel. Ahora, firma su libro Yo, Pink Panther, en la feria del libro de Zagreb.
"Mi libro es una protesta contra la injusticia y la hipocresía del mundo", señaló la protagonista en declaraciones para Efe. En su relato, desvela cómo el estado de los Balcanes durante esos años hizo que en Belgrado comenzaran a proliferar actividades ilegales con las que mucha gente empezó a ganar dinero fácil.
"Vivimos años de guerrra, violencia, kitsch y vulgaridad, ídolos falsos y gente que se enriquecía con la guerra y se presentaba como patriota", cuenta antes de explicar que el contrabando y la compraventa de objetos robados se convirtió en el día a día para muchas familias de Belgrado. En su caso, se hizo miembro de la banda criminal Pink Panthers, una red con más de 200 miembros de varios países balcánicos que llevó a cabo golpes con un valor de 500 millones de dólares en 35 naciones.
No obstante, Cirkovic no habla de una organización, sino de pequeños grupos que realizaron robos de manera similar. "En el 80% de mis actos se irrumpía con un coche en una joyería a través del escaparate, cuando no había nadie", cuenta. "Ningún propietario de una joyería jamás sufrió daños. Ellos denuncian ante el seguro valores tres o cuatro veces superiores al real y cobran en un mes. El único dañado son las agencias de seguros o los bancos, a los que considero saqueadores legalizados", recuerda.
Donde más robos llevó a cabo fue en Grecia, el lugar donde también fue detenida y condenada. Se le imputaron robos en joyerías de Atenas, Rodas y Santorini por valor de varios millones de euros, por lo que fue enviada a una prisión. Allí pasó siete años en los que se centró en la lectura, la escritura y la pintura. Hasta que en 2012 huyó de la cárcel Koridalo. Y lo hizo por la puerta principal, después de que un cómplice noqueara a uno de los guardias.
Su fuga duró varios meses, aunque finalmente fue nuevamente detenida por la policía y cumplió el resto de su condena. En agosto de 2017 logró regresar a Serbia y en la actualidad ha publicado su libro y confía en que sus "proezas" puedan llevarse al cine. "Tengo material no para una sino para toda una serie de películas, pero de Hollywood".