Bronca entre Risto y Buenafuente por Laura Escanes
"Basta con buscar un solo chiste en el que tú te hayas burlado de "rojos, negros o maricones"
Los presentadores Andreu Buenafuente y Risto Mejide se han convertido en los protagonistas de la última polémica tras las bromas del primero sobre Laura Escanes, mujer de Risto y 21 años menor que él, en su programa Late Motiv.
El conflicto comenzaba con los chistes de Buenafuente sobre el matrimonio de su compañero de profesión, de 42 años, con la joven modelo. Tras las críticas, el publicista respondía en su columna.
“Siempre he pensado que lo que ocurriera entre dos seres humanos mayores de edad y de mutuo consentimiento, era, es y siempre será sagrado”, escribía Risto.
Buenafuente se justificaba entonces en su blog asegurando que "En la calle, los bares, las oficinas y los chats se hacen bromas con tu boda y vuestra diferencia de edad. De eso no se salva ni Dios", y aunque le pedía disculpas, asegurando que no era nada personal, no renunciaba a dejar ahí el asunto:
"Si en algún momento te has sentido mal, te pido disculpas pero no puedo parar. No sabría cómo hacerlo, dejaría de ser yo, de ser nosotros. Después de casi treinta años en esto, sé que el humor es como el respirar, la única salida" decía Buenafuente.
Risto le responde
Estas disculpas parecen no haber sentado muy bien a Risto que en otro artículo en su blog respondía así su colega: "Ni tú eres un titiritero ni yo soy la Fiscalía de la Audiencia Nacional", "Llevar la respuesta al terreno de los límites del humor me parece impropio de alguien de tu inteligencia, o un menosprecio hacia la mía".
En un intento de aclarar que sus chistes no debían entrar en temas personales Risto comparaba las bromas de su compañero sobre la diferencia de edad en su relación con los chistes políticos o raciales:
"Basta con buscar un solo chiste en el que tú te hayas burlado de "rojos, negros o maricones". ¿No? ¿Nunca? ¿Cómo es posible? Pero si es un tipo de chiste al que algunos sectores de este país estuvieron abonados durante décadas. Si era supergracioso. Si era sólo para echarse unas risas... hasta que la sociedad dijo basta. Y gracias a eso [...] ya no queda bien hacerlos en público, y menos aún en televisión".
La disputa terminaba, eso sí, de buenos modos y con una invitación por parte de Risto a Buenafuente: "Pásate por mi plató cuando quieras, que yo al tuyo he ido unas cuantas veces ya".