Día de la Felicidad: ¿Por qué se celebra el 20 de marzo?
La ONU decretó la fecha internacional en 2012 tomando una iniciativa del Reino de Bután.8 consejos para sobrevivir a los Sanfermines 2017
La existencia del ser humano va ligada a la felicidad y a su búsqueda. Por ello y desde el 2012 se estableció el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, una fecha en la que se reconoce la importancia de la felicidad y el bienestar como dos valores fundamentales de la mujer y el hombre y en la que se busca que los gobiernos incluyan buscar la inclusión de los conceptos entre sus políticas.
Si desde 2013 se celebra el Día Internacional de la Felicidad es gracias al pequeño Reino de Bután. El país asiático que cuenta con apenas 800.000 habitantes propuso en 2012 ante la ONU la celebración de un día dedicado a la felicidad. Su propuesta gustó tanto entre la organización internacional que se aprobó el mismo año.
Bután inició su camino hacia la felicidad hace 40 años, cuando Jigme Singye Wangchuck accedió al trono del reino con 16 años. Conocido como Rey Dragón, una de sus principales medidas como mandatario fue la deestablecer la importancia de la felicidad dentro de sus conceptos. Para ello desarrolló la filosofía de la Felicidad Nacional Brutal (FNB), un valor que adquirió mayor importancia que el Producto Interior Bruto.
Felicidad Nacional Bruta
Aunque el concepto de FNB pueda parecer un concepto utópico, lo cierto es que el gobierno de Jigme Singye Wangchuck -que abdicó en 2006 para dar paso al reinado de su hijo Jigme Khesar Namgyal Wangchuck- desarrolló una serie de cuatro pilares con los que garantizar el FNB.
La promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno son las cuatro premisas con las que certificar que los ciudadanos de un país sean felices.
La filosofía de vida del FNB se basa en pensar en que el desarrollo de la sociedad se encuentra en no atender solo al desarrollo material de los habitantes de un país; también en su desarrollo espiritual.