Abre Innato, el primer restaurante nudista de España
Esta novedosa experiencia gastronómica acaba de abrir sus puertas en San Isidro, al sur de la isla canaria.
Innato, el primer restaurante nudista de España acaba de abrir sus puertas en Tenerife, concretamente en el área de San Isidro localizada al sur de la isla canaria.
Su propietario es Tony de Leonardis, un hostelero italiano que tras visitar el exitoso y temporal restaurante naturista de Londres 'The Bunyadi', que este verano llegó a acumular una lista de espera de más de 40.000 personas, quiso trasladar esta experiencia gastronómica tan exclusiva a nuestro país siendo además el primero en hacerlo.
"Más allá del nudismo, me gustó la filosofía de la vuelta a los orígenes del ser humano", explicó Leonardis el pasado mes de octubre a la Cadena Ser en una conversación telefónica en la que también reveló cómo tenía pensado que fuera su restaurante.
En un principio, pensó en utilizar el mismo nombre que el local londinense y denominarlo 'Bunyadi Tenerife' pero finalmente cambió de opinión para llamarlo 'Innato Tenerife'.
¿Cómo es Innato y cuáles son sus normas?
En Innato solo se accede mediante reserva y los comensales podrán degustar la comida completamente desnudos o en albornoz aunque también hay otra zona separada para las personas que no quieran practicar nudismo.
El restaurante tiene también una norma estricta que prohíbe la utilización de teléfonos móviles por lo que deberán depositarse en un guardarropa antes de pasar a la sala donde se sirve la comida.
Su decoración está caracterizada por el predominio de la madera y el bambú, pero su ambiente tiene otra particularidad y es que no utiliza la electricidad para su iluminación porque la sustituyen por velas que cumplen con esta función.
En cuanto a su oferta gastronómica, Innato ofrece un menú variado elaborado al fuego de leña compuesto por carnes, pescados y mariscos además de uno vegetariano. En su carta también ofrece un postre muy especial únicamente disponible para los comensales nudistas y denominado 'final feliz'. Este postre se caracteriza porque utiliza el cuerpo desnudo de dos modelos, uno de cada sexo, como el 'plato' sobre el que se sirven los alimentos.
Por otra parte, el restaurante ha salido al paso de los comentarios que cuestionaban su higiene en su página de Facebook. Así, explican que los comensales nudistas llevan una "bata inmaculada" sobre la que se sientan en la silla y que su personal sí va completamente vestido. Además, también explican que "solo se hace una sentada por noche en la que nuestros huéspedes disfrutan de una velada única inolvidable y 100x100 higiénica".