Totoaba, el pez afrodisíaco que se vende a 60.000 euros el kilo
El mercado chino reclama la vegija natatoria del animal que crece en México debido a sus supuestas propiedades milagrosas.
Totoaba no es un nombre de pescado que pueda verse en un comercio. Su hábitat se reduce al Alto Golfo de California en México, lugar ocupado por pescadores furtivos que intentan atrapar ejemplates de un animal que puede llegar a alcanzar los 60.000 euros el kilogramo en el mercado negro por una simple razón: sus supuestos poderes.
Su gran valor remite a su vegija natatoria, el órgano que utilizan para regular su fotabilidad y que en el mercado chino se considera afrodísiaca y con hasta poderes curativos. El origen de la pesca masiva de dicho pez se debe a la casi extinción de la bahaba, un pez al que los chinos atribuían los mismos poderes y al que ante su escasez acabaron atribuyendo los mismos poderes a la totoaba.
La pieza suele cocinarse en sopa y después consumirse para adquirir dichas facultades, lo que hace que su caza se haya vuelto una obsesión para los furtivos, que ven en el pez el oro del Alto Golfo.
La totoaba es un pez procedente de la familia de las curvinas, carnívoro y que puede llegar a medios hasta dos metros y pesar 100 kilos. La pesca se remite a atrapar al animal y a estirpar la vegija natatoria, siendo posteriormente lanzados los restos al mar. "Se dice que da mayor potencia sexual, disminuye el colesterol, mejora la circulación, rejuvenece la piel y otorga longevidad a quien la consume", destacó en 2014 la senadora Diva Hadamira, tal y como indica la agencia EFE.
Su pesca se remonta a hace unas cuantas décadas y el reclamo del mercado chino ha resultado casi mortal para la especie. "En 1942 se podían obtener hasta 2.270 toneladas al año, y ya en 1975 el decrecimiento fue muy drástico, de solo 59 toneladas. Ha habido una disminución de la especie de alrededor del 95 %", explicó el subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Ignacio Millán.
Desde 1976, el pez se sitúa en el listado de especies amenazadas y en peligro de extinción de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y en los años noventa, con ánimo de proteger a la totoaba, se decretó la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, algo que no ha podido remitir la captura de ejemplares de la especie, de la que se decomisaron más de 17 toneladas desde enero de 2013 hasta mayo de 2014.