Cosas que tienen en común los padres de hijos con éxito
Hay una serie de factores que predicen el éxito futuro de los niños y los psicólogos aseguran que gran parte de la responsabilidad la tienen los padres
Todos los padres quieren que sus hijos triunfen y sean unos adultos de éxito, pero no existe una fórmula mágica que nos permita criar a los niños de forma que tengan un buen futuro garantizado.
Lo que sí existen son una serie de factores que predicen que el niño de hoy será el adulto exitoso del mañana, y es que los psicólogos han dado con las claves que auguran el triunfo y gran parte de la responsabilidad, la tienen los padres.
Se ocupan de que sus hijos cumplan con sus responsabilidades en el hogar
La ex decano de estudiantes de la Universidad de Stanford, Julie Lythcoot-Haims, autora del libro “How to Raise An Adult” asegura que “Si los niños no están lavando los platos, significa que alguien más está haciendo eso por ellos”.
La experta asegura que aquéllos niños que se ocupaban de ayudar con las tareas como hacer la colada o sacar la basura, son después buenos compañeros de trabajo, son capaces de asumir tareas de manera independiente y tienen más empatía.
Ayudan a sus hijos a tener habilidades sociales
Investigadores de las Universidades de Duke y Pensilvania encontraron una relación entre las habilidades sociales en la guardería y el éxito como adultos 20 años más tarde, en un estudio realizado con 700 niños de todos los rincones de EEUU.
Los niños capaces de ayudar a otros, cooperar con sus compañeros y entender sus sentimientos eran más propensos a obtener un título universitario y un trabajo, cuando llegaban a los 25 años que aquellos con habilidades sociales limitadas.
Kristin Schubert, directora de programa de la Fundación Robert Wood Johnson, que financió la investigación asegura que: “Desde una edad temprana, estas habilidades pueden determinar si un niño va a la universidad o la prisión, y si terminan empleados o adictos”.
Tienen altas expectativas para sus hijos
Tras encuestar a 6.600 niños nacidos en 2001, el profesor Neal Halfon y sus colegas de la Universidad de California descubrieron que las expectativas que los padres tienen puestas en sus hijos son determinantes para su futuro.
“Los padres que vieron la universidad en el futuro de su hijo, parecían dirigir a su hijo hacia esa meta, independientemente de sus ingresos y otros activos”, aseguraron.
Este es el resultado del llamado efecto Pigmalión:“lo que una persona espera de otra puede llegar a servir como profecía autocumplida”.
Son padres con relaciones saludables
Un estudio de la Universidad de Illinois reveló que niños criados en familias desestructuradas o conflictivas, ya estén juntos o separados, suelen tener un futuro peor que aquéllos cuyos padres se llevan bien.
El profesor Robert Hughes Jr., del Colegio de ACES de la Universidad de Illinois observó que los niños en familias monoparentales no conflictivas son mejores adultos que los niños nacidos en familias biparentales conflictivas.
Los adultos que se divorcian de forma conflictiva también están produciendo un daño en el futuro de sus hijos
Tienen un nivel educativo más alto
La doctora Sandra Tang de la Universidad de Michigan descubrió en un estudio del año 2014 que aquéllas madres graduadas en la escuela secundaria o en la universidad criaban hijos más exitosos.
Tras analizar a más de 14.000 niños desde la guardería entre los años 1998 y 2007 descubrieron que aquéllos que habían nacido como hijos de madre adolescentes tenían menos posibilidades de ellegar a la secundaria o a la universidad.
El psicólogo Eric Dubow de Bowling Green State University reveló en uno de sus estudios que “el nivel educativo de los padres cuando el niño tenía 8 años de edad pronosticó significativamente el éxito educativo y ocupacional para el niño años más tarde”.
Les enseñan matemáticas en una edad temprana
Un estudio llevado a cabo con 35.000 niños de preescolar en Canadá, Inglaterra y EEUU desveló como una gran ventaja para el futuro desarrollar habilidades matemáticas desde una edad temprana.
Greg Duncan, investigador de la Universidad Northwestern asegura que “El dominio de las habilidades matemáticas tempranas predice no sólo el logro matemático futuro, sino que también predice los logros futuros en lectura”.
Son padres que desarrollan la relación con sus hijos
Los niños que reciben un “cuidado sensible” en sus tres primeros años de vida no solo fueron mejores en la escuela sino también en la edad adulta, según demostró un estudio del años 2014 con personas nacidas en la pobreza.
Son padres que responden a las señales que les manda su hijo “de manera rápida y apropiada” y le ofrecen una base segura para que explore el mundo.No sufren estrés
Curiosamente, el número de horas que una madre pasa con su hijo entre los 3 y 11 años no da mucho de sí a la hora de predecir el bienestar o futuros logros del niño.
Los padres muy absorbentes pueden ser un elemento contraproducente para el infante y es que según una investigación publicada en The Washington Post, el estrés de las madres puede estar afectando a sus hijos para mal.
El contagio emocional hace que si un padre está agotado o frustrado, ese estado emocional puede transferirse a los niños.
Valoran el esfuerzo por evitar el fracaso
La psicóloga Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, Carol Dweck, ha descubierto que los niños (y adultos) piensan en el éxito de una de dos maneras:
Estándar fijo: supone que nuestro carácter, creatividad e inteligencia son datos fijos que no podemos cambiar de ninguna manera significativa, y el éxito es la afirmación de ese estado. Luchar por el éxito y evitar el fracaso a toda costa son entonces una forma de mantener el sentido de ser inteligente o experto.
Estándar de crecimiento: ve el fracaso como un trampolín para el crecimiento y para hacer crecer nuestras capacidades. Si se les dice a los niños que tienen éxito debido a su esfuerzo es una mentalidad de crecimiento.
Son madres trabajadoras
Una investigación de Harvard Business School demuestra que las hijas de madres trabajadoras fueron más tiempo al colegio y tienen más posibilidades de lograr un trabajo mejor y más remunerado que aquéllas cuyas madres se quedaban en casa.
Los hijos de las madres trabajadoras ayudaban más en las tareas domésticas y cuidado de los hijos: “El modelado de roles es una forma de señalar qué es apropiado en términos de cómo se comportan, qué hacen, qué actividades realizan y qué creen”, confirmó la directora del estudio, Kathleen L. McGinn.
Tienen un status más alto
Por desgracia, una quinta parte de los niños de EEUU crece en la pobreza. La diferencia de logros en las familias de ingresos altos y bajos es “es entre 30 y 40% más grande entre los niños nacidos en 2001 que entre los nacidos 25 años antes”, según el investigador de la Universidad de Stanford, Sean Reardon.
Cuanto mayores son los ingresos de los padres, mayor será la puntuación SAT para los niños. El estatus socioeconómico impulsa en gran parte el logro educativo y el desempeño.
Son "autoridad" y no autoritarios ni permisivos
La psicóloga del desarrollo Diana Baumride de Berkley descubrió en los años 60 tres tipos de estilos de crianza: permisivo, autoritario y autoridad. En esta última, el padre intenta dirigir al niño de forma racional y es el ideal, ya que el niño crece conociendo el respeto a la autoridad sin sentirse oprimido por ella.
“El grit”
Angela Duckworth, psicóloga de la Universidad de Pensilvania reveló en 2013 un poderoso rasgo de personalidad llamado “grit” que impulsa el éxito.
Se define como “tendencia a sostener el interés y el esfuerzo hacia objetivos a muy largo plazo”. Se trata de enseñar a los niños a imaginar a un futuro que quieren crear y comprometerse con él.