Cuatro terremotos sacuden el centro de Italia
Los tres primeros seísmos se produjeron en una hora y tuvieron una magnitud superior a 5,1
El centro de Italia sufría ayer cuatro terremotos de magnitud superior a 5,1 desatando el pánico en el país transalpino. Los tres primeros seísmos se produjeron en una hora y el epicentro se situó a 9 kilómetros de profundidad entre L’Aquila (Abruzos) y Amatrice (Lacio).
Los temblores se produjeron entre las 10:25 h y las 14:33 siendo el más fuerte de magnitud 5,7. El Instituto de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV) situaba el epicentro estuvo entre las localidades de Montereale, Capitignano, Campotosto, en la provincia de L’Aquila, y Amatrice, provincia de Rieti.
La región, que ya sufrió el varios terremotos al año pasado que dejaron un balance de 298 víctimas y más de 2.500 personas sin hogar, es una zona montañosa de difícil acceso y actualmente cubierta por la nieve que no ha parado de caer en las últimas horas.
Los cuatro seísmos pudieron sentirse en Roma, Florencia o Nápoles, siendo en la capital donde pudo sentirse más llegando incluso a tener que desalojar las escuelas, carreteras, oficinas, museos y el metro.
Las últimas informaciones señalan que un equipo de emergencia está rumbo a un hotel en el Gran Sasso, en plenos Apeninos, donde veinte huéspedes habrían quedado atrapados tras el corrimiento de tierra.
Situación de emergencia
El Gobierno italiano trabaja ya en las labores de coordinación para afrontar esta nueva catástrofe y desde el Ministerio del Interior se ha enviado un refuerzo de 100 bomberos que se suman a los 750 que ya trabajaban en la zona.
En la región de los Abruzos un octogenario ha muerto tras caerle encima el techo de su granja según informaban los bomberos y Protección Civil. Además una madre y su hijo han sido trasladados al hospital con hipotermia, tras ser salvados bajo los escombros en Castiglione Messer Raimondo.
También se han enviado máquinas que ayuden a retirar la nieve, pero algunos alcaldes de las localidades afectadas se quejan de la escasez de recursos ante el dramatismo de la situación.
Guido Castelli, alcalde de Ascoli Piceno explicaba que se encuentran “en una situación de emergencia por la nieve, que ha dejado a un cuarto de la ciudad sin corriente eléctrica” y que ya había provocado derrumbamientos antes de los seísmos.