ESTUDIO

¿Cómo debes hablar a tu perro? La ciencia responde

Los estudios han demostrado que los perros entienden la comunicación humana mejor que cualquier otro animal

El vínculo de comunicación de un perro con su dueño

Hay una explicación científica para que el perro acabe siendo "el mejor amigo del hombre". Estudios científicos han demostrado que los canes son los animales que mejor comprenden la comunicación humana. Y tiene su utilidad.

Una investigación publicada recientemente en la revista Proceedings of the Royal Society B ha profundizado en ello, y ha acabado desvelando cómo es la mejor forma de dirigirnos a nuestro perro para que nos entienda.

Dos conclusiones claras

La primera conclusión es la forma que tenemos de dirigirnos a nuestros perros. Se ha probado que solemos simplificar y acortar las frases, y usar una voz más aguda. En el caso de los cachorros, usamos un tono aún más agudo, y es acertado puesto que favorece que nos presten atención, como explica El País.

La segunda conclusión es que la comunicación gestual también es efectiva. Los perros son capaces de comprender que si apuntamos a un sitio con el dedo y ellos nos siguen la mirada es para que se ririjan ahí. Algo que ni los chimpancés parecen poder hacer.

El vínculo entre un dueño y su perro alcanza la comunicación
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El vínculo entre un dueño y su perro alcanza la comunicación

Adaptación a los humanos

Si los chimpancés son la especie más próxima a la humana, y los lobos la más próxima a los perros, ¿por qué chimpancés y lobos no son capaces de comprender la comunicación humana como sí hacen los perros?

Las conclusiones del estudio son claras, y explican que los perros han vivido un larguísimo proceso de adaptación al ser humano durante sus más de 30.000 años como animales domésticos. Esto les ha permitido comprender como ningún otro animal su comunicación.

¿Cómo se comprobó?

La metodología del estudio ha sido curiosa, y finalmente exitosa. Se contó con varios voluntarios a los que se hacía pronunciar órdenes dirigidas a perros mientras miraban fotos de esos animales para grabarlas.

Para ver las diferencias, se propusieron fotos de cachorros, perros adultos y perros viejos; y observaron que los distintos tonos y formas de expresar las órdenes variaban. Después, esas grabaciones se ofrecían a los distintos perros, y se observava cómo reaccionaban según el tono y la forma de pronunciar las órdenes.

En el caso de la comunicación gestual, se realizaron experimentos tan sencillos como poner dos recipientes con comida y apuntar a uno de ellos, comprobando que el perro se dirigía a comer al que se señalaba y no al otro.