Un invitado envía a Buenafuente las preguntas que le tiene que hacer

Rafael Santandreu, psicólogo y escritor superventas, acudía al programa de Andreu Buenafuente para presentar su último libro y el showman le deja en evidencia al revelar, ante la mirada incrédula del invitado, que este le había enviado “toda la entrevista hecha” previamente.

Santandreu, era invitado al plató de “Late Motiv” para hablar de “Ser feliz en Alaska”, pero antes de que comenzase la entrevista, Buenafuente quiso dejar claro algo que había ocurrido los días antes de cerrar la intervención de Santandreu en su programa y que asegura que "no me había sucedido nunca en toda mi carrera profesional".

Al parecer, el psicólogo habría enviado una hoja todas las preguntas y respuestas que le debían hacer durante el programa. Andreu Buenafuente sacaba la hoja con el formulario durante el show y le interpelaba. "Estoy deseando que me digas por qué lo hiciste".

El invitado, lejos de amilanarse le respondía al presentador apelando a su pasado como docente: "¿Sabes por qué es? Lo hacemos mi equipo editorial y yo tal porque a veces los periodistas hacen muy malas entrevistas y a veces hacen unas preguntas que uno no quiere responder. Mi pasado de profesor universitario me dice "dales las preguntas y las respuestas"

"Confirmamos entonces que eras un profesor repelente", le espetaba entonces Buenafuente echando mano de su habitual sentido del humor, y agregaba: "¿Sabes lo que va a pasar?. No la vamos a usar. La vamos a tener aquí, por si acaso".

El comunicador aseguró entonces que seguir ese guion a la larga únicamente conseguiría dejarle sin trabajo: “Imaginate que esto se pone de moda y cada invitado trae la entrevista hecha, me sustituyen por una máquina, y me quedo sin trabajo. Ya no sería feliz... Y compraría tu libro. ¡Ah! Todo era un plan", concluía el presentador.

Aunque tras el “incidente” la entrevista se desarrolló de forma cordial y distendida, hubo momentos en los que el conductor de “Late Motiv” cargó contra el autor de libros de autoayuda tan populares como “El arte de no amargarse la vida” o “Las gafas de la felicidad”.

“Agradecerás la sinceridad y hoy voy a ser sincero contigo” le decía Buenafuente, “me sucede con este tipo de libros que cada vez creo menos en ellos, me ha pasado un poco como con los ovnis, que de joven me hacían mucha ilusión y luego me di cuenta que no era verdad”.

Y agregaba: “No pongo en entredicho vuestro trabajo pero me da la sensación que es un poco un negocio a partir de esa inestabilidad emocional y me cuesta creerlo”, “A veces una cena, una charla con compañeros es mejor que 20 libros de autoayuda...sin contar los tuyos, claro”.

Al finalizar, Buenafuente volvió a poner el tema encima de la mesa para hacerle una recomendación al invitado: "Para la próxima, ya sin formulario. Confía en mí, confía en nosotros", le pedía.