Este es "el descubrimiento del año", según Science
La prestigiosa revista científica elige las ondas gravitacionales como el mayor hallazgo del 2016
Hace más de 100 años, un genio como Albert Einstein predijo que los objetos con mucha masa podían, al girar, deformar el espacio-tiempo y provocar vibraciones. Aunque también pensaba que estas vibraciones serían tan ínfimas que ni podrían ser detectadas.
Y acertó, aunque "solo" en lo primero. Más de un siglo después, en este 2016, el experimento del observatorio estadounidense de interferometría láser (LIGO) ha conseguido observar esas ondas gravitacionales.
Este histórico hito científico se ha convertido en "el descubrimiento del año 2016" para la prestigiosa revista Science, que asegura que "fue una elección bastante fácil. Hubo muchos avances importantes este año, pero la observación de las ondas gravitacionales confirma una predicción centenaria del propio Albert Einstein".
Las ondas gravitacionales
Adrian Cho, editor jefe de la publicación, explica que "el aspecto más profundo del descubrimiento es que el ser humano ha detectado directamente la radiación gravitacional". "La gravedad es tan débil que la radiación gravitacional parecía casi imposible de detectar. Y aun así lo lograron. Como físico, para mí eso es un profundo logro", ha celebrado.
Este descubrimiento ha permitido demostrar un importantísimo aspecto de la Teoría General de la Relatividad de Einstein, que establecía que los cuerpos más violentos del cosmos liberan parte de su masa en forma de energía a través de estas ondbas. El físico alemán pensó que no sería posible detectarlas debido a que se originan demasiado lejos y serían imperceptibles al llegar a la Tierra. Pero se ha logrado.
40 años de experimento
El experimento es calificado por Cho como "uno de los más audaces que se han hecho", explicando que se ha alargado durante 40 años usando la tecnología más avanzada del momento.
Para poder lograrlo, los científicos utilizaron tecnología impresionante: dos detectores masivos, que incluían espejos entre los que rebotaba un láser. Las primeras ondas detectadas eran el resultado de una fusión de dos agujeros negros, de 39 y 29 veces la masa del sol y el descubrimiento se conoció en febrero de este año.
Cuatro meses después, los científicos del proyecto LIGO también confirmaron una segunda observación, aunque se trataba de un fenómeno más débil. Todos estos avancen abren la puerta para, en un futuro, indagar y profundizar en el origen del Universo.
Una española en el proyecto
Este proyecto también tiene, en parte, sello español. Alicia Sintes es la jefa del único grupo español en el experimento LIGO, y ha querido explicar qué supone este descubrimiento y el reconocimiento de la revista Science.
Su artículo, que puede leer en El País, deja muy claro lo que ha supuesto para ella, así como para todos sus compañeros y en general para la comunidad científica, este hallazgo que para muchos no es el del año, sino el del siglo. Einstein seguramente aprobaría esa calificación.