Ata a su madre a una silla y la deja morir para poder jugar con sus videojuegos
La matricida, una joven china de 16 años, había sido enviada por su madre a una institución para tratar su adicción a internet
Una adolescente china ató a su madre a una silla y la dejó ahí hasta que murió para poder seguir jugando a sus videojuegos sin que nadie la molestase.
La joven de 16 años, identificada como Chen Xin, había sido enviada por su madre a una institución situada en Shandong, a más de 1.000 kilómetros de su casa, especializada en tratar adicciones, y famosa por ofrecer un tratamiento para jóvenes adictos a internet.
La policía de Heilongjiang ha confirmado la historia y la propia Chen Xin ya había denunciado en un blog cómo fue metida contra su voluntad por dos hombres en un coche y encerrada durante cuatro meses. En su relato también narra que era golpeada frecuentemente y obligada a comer “frente a la taza del inodoro”.
La institución
Shandong, una institución que cuesta 5.000 dólares al año, que nunca ha permitido que la prensa traspase sus puertas y que tampoco concede entrevistas, ha negado los castigos corporales de los que se les acusa. Pero, según publica The Paper, funcionarios de educación locales estarían investigando la academia.
En numerosas clínicas chinas se había adoptado el uso de electroshocks como tratamiento para la adicción a internet, pero ha sido prohibido por el Ministerio de Sanidad.
Algunos de los jóvenes que han pasado por Shandong acusan a la clínica de malos tratos y de someterlos a vejaciones y torturas, como obligarlos a pasar noches enteras sin dormir o a vivir, según sus propias palabras “una vida sin dignidad”.
El caso ha encendido el debate en China
En China existen más de cuatro millones de adictos a internet de los cuales un 14% son adolescentes. El Centro de Información de Internet del país publicó el pasado mes de mayo un informe que revela que los adolescentes chinos pasan 5,3 horas de media diaria navegando por internet.
En el año 2014, como consecuencia de un informe que decía que el uso excesivo de internet estaba provocando en los jóvenes insomnio y depresión, el Ministerio de Salud chino tomó medidas y se incluyó la adicción a internet en la lista de “desórdenes clínicos”, y los campamentos para tratar esta dolencia se pusieron de moda en China.
Según informa Morning Post, estos campamentos prometen preparar física y psicológicamente a los adolescentes, e incluso les prescriben medicación si los médicos lo ven necesario.
Desde muchos sectores se ha criticado estos lugares y, aunque se condena firmemente el matricidio, responsabilizan directamente a los padres por no velar por la exposición de sus hijos en la red.
Tras la tragedia, varios medios de comunicación chinos han puesto de relieve la falta de asesoramiento y ayuda para las familias en este tipo de casos, y se advierte a los padres para que no acudan a este tipo de centros de tratamiento: "El uso de medios violentos sólo contribuyen al dolor de un niño", publica el Beijing Times.