Carlos Moyá repasa con Bertín Osborne su carrera como tenista
El mallorquín y su mujer, Carolina Cerezuela, fueron los anfitriones de Bertín y Fabiola en la nueva temporada del programa en Telecinco.
Carlos Moyá y Carolina Cerezuela fueron los protagonistas del regreso de Bertín Osborne a ‘Mi casa es la tuya’ recibiendo en su impresionante casa de Mallorca al presentador y a su mujer, Fabiola.
A su llegada, las parejas se dividieron por sexos para mostrar dos entrevistas paralelas. Por un lado, Carlos y Bertín tomaron asiento en el salón, mientras que por otro Carolina enseñaba la casa a Fabiola para acabar su charla en el jardín.
Gran parte de la entrevista masculina estuvo centrada en la carrera de Carlos Moyá como tenista profesional. También hablaron de la faceta más bromista del mallorquín y de sus comienzos con Cerezuela, pero vayamos poco a poco…
Sus comienzos en el mundo del tenis
Carlos era el menor de sus hermanos y recordó que comenzó a jugar cuando tenía tres años. Al ser el más pequeño, ‘fastidiaba’ la partida a su familia por lo que mientras ellos jugaban él se iba a jugar al frontón.
A los siete años les dice a sus padres que quiere ser jugador de tenis, pero nunca se imaginó que podía llegar a conseguirlo. Primero por la dificultad que ello implica, segundo porque no se encontraba en el mejor lugar ya que por aquellas épocas en Mallorca el tenis prácticamente no existía… “Es como si me sale un hijo astronauta”, decía Moyá.
Con 14 años le ofrecieron ir a Barcelona pero sus padres rechazaron la posibilidad, bueno, más bien la aplazaron. Tres años más tarde hace las maletas rumbo a la ciudad condal para entrar en el centro de alto rendimiento en Sant Cubat, con los mejores juniors, becado por la federación española.
“Los inicios no son muy buenos. Me costó mucho irme… “. “Fue duro, llorando, mis padres diciendo que volviera, pero no di el brazo a torcer y en el verano siguiente me voy al campeonato de Europa junior y lo ganó. Ahí fue el punto de inflexión, a esos niveles, que veo que me convence, que puedo ser un tenista”, comentó Carlos.
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Su consagración y su ‘Hasta luego Lucas’
Carlos Moyá recordó que ser finalista en el Open de Australia de 1997 supuso el punto de inflexión de su carrera y el lugar donde su vida cambió. “En Australia me cambia la vida. Cuando vuelvo es como si me hubiera ido a otro planeta, es como si se hubiera dado la vuelta al mundo”.
Allí estaba acompañado por su hermano, pero no podía imaginarse la que le esperaba a su retorno. “Me cuentan que se está montando una buena pero cuando bajo del avión había seguridad por todos lados, gente esperando, como cuando llegan los futbolistas… Cuando dos semanas antes me había ido y nadie me conocía. Vuelvo con 20 años y me ha cambiado el mundo. Al principio es un cambio brutal y lleva un tiempo adaptarse”, comentó el ex tenista.
Por otro lado, Carlos Moyá también recordó junto a Bertín su famoso ‘Hasta luego Lucas’ en la entrega de premios de ese mismo torneo. “En el año 97 no pensaba que iba a tener repercusión”, comentaba Carlos. Explicó que lo dijo para cumplir una apuesta y que no pensaba que tendría tal impacto pero que “hoy en día hay gente que no se acuerda ni de dónde fue, ni de qué fue número 1,… Se acuerdan del ‘Hasta luego Lucas’”.
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Conoce a Nadal y el ‘alumno’ le supera
Carlos Moyá también recordó junto a Bertín que conoció a Rafa Nadal en un torneo en Stuttgart en el que Nadal, diez años menor que él, competía en un torneo sub-12. “Le vi con mucho carácter, muy tímido fuera de la pista… Pero dentro se transformaba”, comentó Moyá.
Nadal le consideraba su padre deportivo aunque Moyá puntualiza un detalle, “no es que siguiera mis pasos es que me dejo a la altura de los tobillos…”.
Por aquellas épocas, solían entrenar juntos y Moyá siempre resultaba el ganador. Sin embargo, Nadal le ganó en su primer partido oficial en la segunda ronda del torneo de Hamburgo. “Me vino a dar la mano como pidiéndome perdón. Le dije que no se preocupara, que era la primera de muchas”, comentó Carlos.
Al parecer Nadal no fue el único al que esta victoria le dejó un sabor agridulce… Moyá también comentó que su abuela le regañó por haberle ganado.
Después ambos coincidieron en varios torneos y el ex tenista recordó que solían apostar a la consola. “Si es competitivo en la pista no sabes lo que es jugando a la play”, comentaba Carlos. Las apuestas eran de todo tipo, de lo más jocosas. “Algunas eran ir al lobby o al restaurante del hotel y hacer 20 flexiones de repente. Ir en calzoncillos a la recepción o recorrer así los pasillos…”.
Por último y en lo referente a su relación con Nadal, Moyá también recordó la broma que le gastó al de Manacor en un hotel de Nueva York. Carlos le hizo creer que estaba viendo la Formula 1 en su habitación y que si no la veía tenía que llamar a recepción y conseguir el mando adecuado… En realidad la seguía por internet pero Nadal picó hasta el fondo.
Aquí puedes ver este momento.
La gamberrada a su fisioterapeuta
La broma a Nadal no ha sido la única broma de Carlos ni la única que compartió en el programa. Mucho más cruel fue con su fisioterapeuta cuando, compinchado con un amigo policía del aeropuerto, le metió un kilo de azúcar en la mochila al volver de un vuelo desde Croacia. Se lo hizo pasar realmente mal…
Aquí puedes ver cómo la relatan la víctima y el bromista.
Sus comienzos con Carolina Cerezuela
Ya reunidos en la cocina con sus parejas, Carlos y Carolina recordaron el comienzo de su relación. “La vi por la tele y me enamoré. Sin conocerla”, comentó Moyá.
Gracias a un amigo en común consiguió su email y se puso en contacto con la actriz, aunque al principio no le hizo ningún caso… Después comenzaron a hablar y a los dos meses se conocieron físicamente. “Me levante al día siguiente diciendo ‘Es el hombre de mi vida’”, comentó Cerezuela.
Finalmente, la actriz también comentó durante su charla con Fabiola sus sensaciones al conocer a Moyá allá por el año 2007. “Cuando conocí a Carlos vi que no había más opción”, comentaba Cerezuela. Aquí puedes ver el momento.
