EL MEJOR AMIGO

Maya y otros cinco perros que demostraron su lealtad a sus amos

Una perra de raza Akita Inu lleva dos días en la puerta del hospital de Alicante esperando la recuperación de su dueña Sandra Iniesta. Un caso más que muestra la lealtad de los canes.

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La perra Maya lleva tres días esperando a su dueña Sandra Iniesta en la puerta del Hospital General Universitario de Elda. Repasamos otras cinco historias que demuestran la lealtad de los perros a sus amos.

Desde el pasado domingo el Hospital General Universitario de Elda cuenta con una invitada muy especial: una perra de la raza Akita Inu que responde al nombre de Maya.

Su dueña Sandra Iniesta, de 22 años, ingresó de urgencias por un fuerte dolor abdominal cuando viajaba en coche junto a su padre destino Barcelona después de pasar unos días de vacaciones en Granada. Su estancia se alargó más de lo previsto, la joven tuvo que ser intervenida de urgencias por una apendicitis por lo que su fiel amiga, a falta de poder acompañarla físicamente, se niega a abandonar la puerta del centro hospitalario.

Solo accede a pasear con el padre de la joven, Manuel Iniesta. Pero Maya, que mañana cumplirá 2 años, se ha ganado el corazón de todos. Los trabajadores del centro le dan agua y comida varias veces al día e incluso algunos se han ofrecido a hospedarla en su casa hasta que su dueña reciba el alta. Sin embargo, su familia prefiere que permanezca cerca pues “es donde mejor está, tiene comida y agua y nunca está sola, ya que el personal del centro y usuarios le hacen compañía", han declarado al semanario ‘Valle de Elda’.

Su dueña también está deseosa de reencontrarse con ella y la ha definido para el semanario con estas palabras. "Es una mascota muy fiel, siempre está alerta de todo, es intuitiva y sin duda destaca por su simpatía, ha conseguido ganarse el cariño de todos, la verdad es que tengo muchas ganas de poder volver a verla", explicaba Sandra.

Esperamos que pronto reciba el alta y que la espera termine para ambas… Su reencuentro será el final más feliz de esta historia.


Otros cinco perros que demostraron su lealtad

Greyfriars Bobby

Este Skye Terrier es el perro más conocido de Edimburgo. Fue el perro de John Gray, un policía local de Edimburgo que trabajaba como vigilante nocturno de la ciudad. Durante dos años y hasta que falleciera su dueño, el 8 de febrero de 1858, fueron inseparables.

Gray fue enterrado en el cementerio Greyfriars Kirkyard, en el centro de la ciudad. La leyenda cuenta que Bobby permaneció durante los 14 años posteriores a su muerte al lado de la tumba de su amo, alimentado por los visitantes y cuidadores del cementerio.

Bobby murió en 1872 y fue enterrado junto a la puerta del mismo cementerio que su amo. Poco después, el escultor William Brodie creó una estatua de Bobby a tamaño real que luce cerca de la puerta de acceso del Greyfriars Kirkyard y que es una de las grandes atracciones de la ciudad.

Bobby también es el protagonista de dos películas: ‘Greyfriars Bobby’ de 1961 y ‘The adventures of Greyfriars Bobby’ de 2005.

Bobbie ‘El perro maravilla’

Allá por 1923, Bobbie era un perro de dos años mezcla de pastor inglés y escocés propiedad de la familia Brazier, del norteamericano estado de Oregón. Ese año, la familia se trasladó junto a su fiel amigo a pasar unos días de vacaciones en Indiana pero el can se perdió y no pudo regresar con ellos de vuelta a casa…

Sin embargo, Bobbie recorrió los 4.100 kilómetros que le separaban de su hogar por su propia cuenta y se presentó ante su puerta seis meses más tarde.

El presidente de la Oregon Humane Society lanzó una investigación sobre el caso y corroboró la historia con el testimonio de las personas que se cruzaron en el camino de Bobbie. Actualmente, una estatua suya descansa en las puertas de su casa de Oregon.

Hachikō

De la misma raza de Maya era Hachikō, el fiel amigo de Eisaburō Ueno, un profesor de la Universidad de Tokio durante los años 20. Adoptado por el profesor tras encontrarle en la estación de Shibuya, Hachikō despedía y recibía todos los días a su dueño en la misma estación cuando éste iba y volvía de su trabajo. Sin embargo, el 21 de mayo de 1925 el profesor no volvió más. Había fallecido tras sufrir una hemorragia cerebral en una de sus clases.

Alimentado y cuidado por los empleados y transeúntes de la estación, Hachikō pasó los diez años restantes de su vida esperando a sus puertas el reencuentro con su dueño. Finalmente, el 8 de marzo de 1935, Hachiko murió de filariasis.

Esta historia ha sido llevada a la gran pantalla en varias ocasiones. En 1987 con la película japonesa ‘Hachiko monogatari’ y en 2009 en su versión americana, bajo el título ‘Siempre a tu lado, Hachiko’ con Richard Gere en su papel protagonista. Éste es el tráiler de la última.

Shep

Shep era un perro pastor que apareció por primera vez en la Gran Estación de Ferrocarril del norte de Oregon el mismo día en que su difunto amo era cargado en un tren rumbo al este de los Estados Unidos, allá por 1936. Durante seis años y hasta su muerte, Shep volvió a la estación por cada tren que pasaba. El 12 de enero de 1942 un tren le atropelló y acabó con su vida. A su funeral asistió numerosos vecinos de la zona y su tumba fue colocada en una colina que domina la ciudad. En 1994 le construyeron un monumento en su honor.

El cocker que asistió al funeral de su dueño

Hace sólo unos días nos llegaba esta emotiva historia. La del perro de Andrea Cossu, uno de los fallecidos del brutal terremoto que sacudió el centro de Italia la semana pasada, y que su familia quiso que asistiera a su funeral. “Eran inseparables”, explicaron los familiares a ‘La Stampa’ rotos de dolor.

Su reacción al acercarse al ataúd de su dueño es cuanto menos conmovedora…

Estos son solo algunos ejemplos entre otras muchas increíbles historias que demuestran la fidelidad y lealtad de los perros a sus amos. Y es que ya se sabe, son el mejor amigo del hombre.