LUJO ASIÁTICO

La cena más cara del mundo cuesta dos millones de dólares

Un vuelo en helicóptero, un crucero, 10.000 rosas frescas o un anillo de diamantes, son algunos de los servicios de la velada

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Cena más cara del mundo. Imágen: Google

El restaurante Cé la Vie, situado en el hotel Marina Bay Sands de Singapur, y la compañía de joyas World of Diamonds han llegado a un acuerdo para ofrecer la cena más cara del mundo.

La velada, al alcance de unos pocos privilegiados, promete una experiencia inolvidable a cambio, eso sí, de dos millones de dólares. Tras un vuelo panorámico en helicóptero de 45 minutos por la ciudad de Singapur, un paseo en Rolls Royce con chófer y un crucero de lujo, los comensales son conducidos al restaurante.

Marina Sands Skypark (Wikimedia)
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Marina Sands Skypark (Wikimedia)

El lujo gastronómico, que solo puede ser disfrutado por dos personas por noche, se inicia con una espectacular llegada al hotel en la que serán recibidos por 10.000 rosas frescas y un juego de sillas creadas especialmente para la ocasión por los prestigiosos interioristas de The Plush.

En esta inolvidable cita para dos, amenizada por una banda de música en directo, se pueden degustar 18 platos de la cocina asiática moderna. Además de las delicatessen ya esperadas como el caviar, las ostras o el salmón salvaje de Alaska, el servicio incluye también una paloma hecha a fuego lento y langostinos de Nueva Zelanda.

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Pero ¿qué es una cena sin un buen vino? Como no podía ser de otra manera, los platos se irán marinando con algunos de los mejores vinos del mundo, todos de entre 44 y 55 años, y una selección de champagne de 30 años de antigüedad.

Con el postre, llega una de las sorpresas para la dama: un anillo con diamante azul de dos kilates que fue creado para la actriz Jane Seymour y que lució solo en una única ocasión durante una importante presentación.

Una vez haya finalizado la cena y hayas abonado, cómo no, la dolorosa cuenta, te dejan llevarte a casa los cubiertos. Unos exclusivos palillos chinos de oro, plata y diamantes valorados en 17.000 dólares con el nombre de los comensales grabado en ellos.