REVELACIONES

Lady Di tenía un juguete sexual que usaba como amuleto

Un ex guardaespaldas revela varias intimidades de la princesa Diana y de sus hijos Guillermo y Harry

Uno de los guardaespaldas de Diana de Gales comenta su afición por un vibrador.

Lady Di tenía un juguete sexual que utilizaba como amuleto en los viajes oficiales fuera de Inglaterra, según revela su ex guardaespaldas Ken Wharfe en el libro "Diana: un secreto muy bien guardado". El objeto, descrito por Wharfe como "vibrador", fue adquirido por Lady Sarah McCorquodale, la hermana de la princesa, en 1992 en París para usarlo durante una noche de "fiesta salvaje". Lo escondió en el bolso de Diana y, cuando esta lo descubrió entre dos actos con Jacques Chirac y Paul McCartney, ya no quiso separarse de él. Hasta le puso un apodo: "le gadget".

"Lo llevaba a todas partes. Viajaba fuera del Reino Unido y no se lo olvidaba", dice Wharfe. La obsesión de Lady Di por el vibrador iba más allá de lo puramente sexual, se convirtió en un amuleto que debía estar con ella siempre que viajara al exterior. Durante un viaje a Nepal en 1993, Diana se dio cuenta de que se lo había dejado en Londres y lo hizo enviar a la embajada británica en Katmandú para recuperarlo. Le llegó sellado y en bandeja de plata, pero según explica Wharfe un empleado lo abrió por seguridad y provocó un momento más que incómodo en el séquito real.

Un accidente que pudo haberse evitado

Los gustos sexuales de Diana de Gales no son las únicas revelaciones que Wharfe cuenta en su libro. Según el antiguo guardaespaldas, el accidente de coche que le costó la vida a la británica y a su novio, el magnate egipcio Dodi Al Fayed, pudo haberse evitado. "Puedo decir con toda certeza, después de décadas de experiencia policial, que la muerte de Diana de Gales no fue un asesinato, fue un accidente terrible que debería haberse evitado", narra Wharfe, que asegura que Al Fayed tuvo "un comportamiento errático". "El primer error fue usar un guardaespaldas contratado por la familia Fayed, que era incapaz de decir no a sus jefes".

Tal y como asegura Wharfe, "los guardaespaldas carecían de experiencia y autoridad" a la hora de elegir la mejor opción para mantener segura a la desaparecida pareja. Dodi Al Fayed ordenó a su equipo de seguridad que lo trasladasen a toda velocidad a su casa de los Campos Elíseos, un error fatal tal y como opina el ex guardaespaldas. Al Fayed envió un coche como señuelo para los periodistas con su conductor habitual. "Así fue como la princesa Diana se subió a un coche con un conductor que, según sabía el equipo de seguridad, había estado bebiendo todo el día", comenta Wharfe.