David Copperfield, obligado a desvelar uno de sus trucos de magia
El famoso mago se enfrenta a un jucio al ser denunciado por un hombre que sufrió daños cerebrales durante uno de sus shows en Las Vegas.
Un mago nunca revela sus trucos. En el mundo del ilusionismo no hay mayor máxima que esa. Sin embargo, y dado que no hay un código deontológico que lo impida, a David Copperfield no le ha quedado otra que ver cómo durante un juicio en su contra era mostrado uno de los trucos de magia que le han convertido en el mejor mago de las últimas décadas.
Todo ocurrió hace tres años en uno de los shows que el televisivo mago ofrece en Las Vegas desde hace años. Gavin Cox, un cocinero británico de 55 años que se encontraba entre el público, fue llamado a participar en uno de los trucos. Durante la actuación, el chef sufrió una aparatosa caída que le provocó lesiones permanentes.
El mago seleccionaba a trece personas que se introducían en una jaula suspendida en el aire. Una vez cubierta con una larga tela, la jaula se mostraba al resto del público y, al levantar la tela, los participantes habían desaparecido para acabar reapareciendo detrás del auditorio.
"Pasamos por un pasadizo que estaba contiguo a la jaula", desveló el denunciante, que definió el ambiente como "un caos". Fue en ese momento cuando Cox tropezó y se golpeó la cabeza, lo que le causó un daño cerebral irreparable y que le impidió seguir realizando una vida normal.
Aunque los abogados de Cooperfield niegan la culpa del mago en los daños que sufre Cox, la batalla judicial en la que se ha envuelto la estrella de la magia continuará hasta enero de 2017, momento en el que el caso quedará visto para sentencia.