MÚSICA

Prince vs Michael Jackson, rivalidad en el reino del pop

Desde el auge de ambos en la década de los ochenta se habló de una enemistad que marcó el devenir de la música durante años.

Prince y Michael Jackson fueron considerados enemigos desde su ascenso musical en los ochenta.

La música necesita de antagonistas y cada género y generación ha tenido los suyos. Desde principios de los años ochenta, a Prince se le vio como el enemigo musical de Michael Jackson, una supuesta rivalidad nacida con el salto mediático de ambos en 1982, cuando Prince publicaba ‘1999’ y Jackson batía todos los récords con ‘Thriller’. Dos jóvenes artistas afroamericanos luchando por hacerse con el trono del pop. ¿Qué hubo de cierto en aquella enemistad eterna?


Como sucede en la mayoría de casos relacionados con la música, la rivalidad suele tener más calado entre los fans y críticos musicales, quizá los verdaderos causantes de que a Prince se le viera como el antagonista en la carrera de Michael Jackson. El rey del pop; un hombre de oro que sólo sabía colocar éxitos en las listas de ventas. El genio de Minneapolis; una estrella llena de contradicciones que recargaba sus temas y directos de sexualidad y excentricidades.

Lo que une El Padrino sólo lo separa el éxito


Agosto de 1983, Beverly Theater, Hollywood. James Brown desata la fiera que lleva dentro sobre el escenario una vez más. En un momento del concierto, mientras estira junto a su banda una de sus famosas improvisaciones, el padrino del soul llama a filas a un joven Michael Jackson que para entonces ya se había convertido en la figura más famosas del pop gracias a ‘Thriller’, publicado un año antes. Jackson no titubea y sube al escenario a cantar junto a Brown.


Unos instantes después y al conocer que allí también se encuentra Prince, Universal James le llama para que suba al escenario. Tras vacilar unos instantes, el genio de Minneapolis aparece a lomos de un fortachón barbudo. Sube a las tablas del teatro, agarra la guitarra y demuestra su valía con las seis cuerdas. Después, se descamisa, lanza unos gritos y maneja a la banda de Brown, acostumbrada a rizar el rizo de las improvisaciones. Sin mediar palabra, abandona el escenario tumbando una farola de atrezo y dejando claro quién es el que manda.

Prince no dirige la mirada a Jackson en ningún momento, ni una frase entre ambos. Se había escenificado un desencuentro que la rumorología había dejado patente un año atrás, con la guerra discográfica desatada tras la publicación de ‘1999’ y ‘Thriller’.

Rivalidad unilateral


“Mi voz está cada vez alta y nunca me rehice la nariz. Ese es el otro tipo”, cantaría Prince en ‘Musicology’, el último de sus tres álbumes editados en 2004. La realidad es que el de Minnesota siempre sintió esa rivalidad debido a un espíritu extremadamente competitivo que le obligó a subir el listón en cada álbum. Jackson, sin embargo, nunca hizo patente aquella lucha y casi siempre se mostró cordial con el músico recientemente fallecido.


Los desplantes de Prince a Michael Jackson son sobradamente conocidos. El rey del pop intentó que el autor de ‘Dirty Mind’ participase en la grabación de ‘We Are the World’, cosa que declinó al igual que el dueto en ‘Bad’, la canción que da nombre al trabajo que siguió a ‘Thriller’. La idea de Jackson era contar con Prince para su videoclip, un sueño que no pudo conseguir.


En una entrevista concedida al cómico Chris Rock, Prince cuenta los motivos para declinar la oferta de participar en ‘Bad’, clip en el que finalmente aparecería Wesley Snipes. “¿Conoces el papel que interpreta Wesley Snipes?. Ese era para mí. La primera frase dice: tu trasero es mío”, cuenta Prince a Rock. La lucha de egos habría sufrido un revés de su participación en el vídeo.

Lo cierto, y como formula Chris Rock a Prince, es que aquella lucha encarnizada entre ambos propulsó la carrera de ambos. En 1984, el también llamado “artista anteriormente conocido como Prince” publicaría ‘Purple Rain’, vendiendo 13 millones de copias y logrando definitivamente convertirse en una de las grandes figuras del pop.