Eubanks, el invitado inesperado
El estadounidense ha explotado en el circuito profesional en 2023, levantando su primer trofeo ATP y metiéndose en los cuartos de final de Wimbledon.
Desconocido para muchos, Chris Eubanks es el nombre propio de esta edición de Wimbledon. A sus 27 años, ha explotado en el circuito profesional y viene de conseguir su primer título ATP sobre la hierba de Mallorca. Empezó esta temporada en el puesto 123º y estará dentro del top-35, como mínimo, cuando finalice el torneo londinense.
Chris Eubanks (Atlanta, Estados Unidos, 1996) basa su juego en grandes saques, apoyado en sus más de dos metros de altura (2,01), y en acortar los puntos al máximo. Un tenista que recuerda a jugadores como John Isner, Reilly Opelka o Maxime Cressy, pero más irregular desde el fondo de pista. Sin embargo, su juego ha encontrado la estabilidad en el momento más inesperado.
Los comienzos no fueron fáciles para él. Su padre es un pastor de la Iglesia Bautista y se perdió muchos torneos por jugarse los domingos. Sin embargo, su madre se sacrificó para que Chris pudiera continuar con su sueño. La influencia de él le acompaña en cada paso de su carrera tenística: “aplico la fe a cada aspecto de mi vida, incluido a mi tenis. Se trata de confiar en que si sigo haciendo lo que se supone que debo hacer, las cosas funcionarán”.
Crecer en Atlanta fue muy importante para Chris: “tuve mucha suerte de crecer en la ciudad en la que crecí en aquel momento porque había muchos jugadores no muy lejos de mi casa que vivieron todo el proceso antes que yo y que me ayudaron mucho”. Eubanks no destacó como júnior y no tuvo un ranking ATP lo suficientemente alto como para que la Asociación de Tenis de Estados Unidos le apoyara económicamente. Fue en la universidad cuando se empezaron a fijar en él y dio el salto a profesionales a finales de 2017.
Sin embargo, su carrera se estancó en torno a los puestos 150º y 200º del ranking de la ATP y decidió invertir su dinero y su tiempo para perfeccionar su preparación física contratando un entrenador a tiempo completo. Esta decisión le ha permitido encontrar una madurez en su juego consiguiendo lo que siempre había soñado: entrar entre los 100 mejores tenistas del mundo.
Pese a que la gira de hierba ha sido la más prolífica de su carrera, no comenzó de la mejor manera. Por ello, Chris envió un mensaje a la extenista belga Kim Clijsters, dos veces semifinalista de Wimbledon, para ayudarle a entender esta superficie: “Kim me respondió con un mensaje muy positivo diciéndome los aspectos en los que tenía más dificultades y las cosas en las que tenía que mejorar”. En este momento, su gira de hierba dio un giro de 180 grados.
En la semana previa a Wimbledon, Eubanks demostró una gran madurez en su tenis y una gran evolución sobre la superficie para hacerse con su primer título ATP. Un torneo de preparación previo a Wimbledon, pero que le hizo llegar al All England Club con un buen bagaje de partidos en esta superficie y un rodaje con el que otros jugadores no cuentan.
Wimbledon, el torneo de su confirmación
Debido a su momento de forma y a la confianza que llegaba tras conseguir el título en Mallorca, Eubanks veía en Wimbledon una oportunidad para seguir creciendo y compitiendo al máximo nivel. En los Grand Slam, el estadounidense tenía un récord combinado de ocho derrotas y una única victoria que consiguió ante Pedro Martínez.
En su primera participación en la hierba londinense ha conseguido superar todas las expectativas depositadas en él. Tras vencer a Monteiro, Norrie, O’Connell y Tsitsipas ha conseguido acceder, por primera vez, a los cuartos de final de un Grand Slam donde se medirá a Daniil Medvedev. Pero Chris no cambia su forma de ser: “Los números no son importantes para mí. Se trata de seguir jugando todo lo bien que pueda y mostrar al público mi nivel. Si sigo trabajando tan duro, mi carrera acabará donde tiene que acabar. Mi único objetivo ahora es vivir el momento”.