Djokovic, centenario en Wimbledon

Para Novak Djokovic, casi todos los días en los Grand Slams son fiesta. Primero porque a sus 38 años continúa disputándolos a un nivel altísimo, y después porque a menudo supera récords o consigue registros destacados, dados su éxito y su longevidad. Este sábado alcanzó las 100 victorias en Wimbledon con el triunfo ante su compatriota y colega Miomir Kecmanovic: 6-3, 6-0 y 6-4 en 1h47.

Djokovic es el tercer tenista que suma un centenar en el torneo británico, tras Martina Navratilova (120) y Roger Federer (105). Este es el segundo major en el que llega a 100, tras haberlo hecho este mismo curso en Roland Garros (102). Aún no ha llegado a esa cifra en Australia (99) ni en el US Open (90). “Es muy histórico, suena genial, es un privilegio estar en la posición en la que estoy. El tenis me ha hecho quien soy, me ha dado cosas en la vida increíbles, sigo a esta edad fuerte y compitiendo contra jugadores jóvenes, estirándome en la pista y llevándome al límite. Wimbledon es el torneo soñado para la mayoría de los tenistas, que crecían jugando aquí. He sido bendecido por poder jugar aquí, y toda historia que haga aquí es una bendición”, celebró.

Historia en movimiento

Desde ahora, el serbio ocupa el segundo lugar en cuanto a presencias en los octavos de final masculinos del torneo, con 17, por delante de las 16 de Jimmy Connors y por detrás de las 18 de Federer. Impresionante. Con el currículum actualizado, se enfrentará el lunes al australiano Alex de Miñaur, que solventó sin dificultades su compromiso ante el danés de previa August Holmgren (6-4, 7-6 (5) y 6-3 en 2h21).

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De nuevo, Novak despachó una actuación brillante, como en los dos anteriores partidos en la Central. Colocó 16 saques directos para un total de 60 golpes ganadores. Y solo cometió 19 errores no forzados. Si bien es verdad que Kecmanovic, en la mayoría del encuentro, fue un amigo también dentro de la pista. Solo espabiló con el partido ya perdido, para evitar un 6-1 en el tercer set y apañar un poco su imagen. Al final, Djokovic explicó en que consiste su nueva celebración al final de los partidos: “Se llama ‘pumpa’ en nuestro idioma, dale bombeo, lo está haciendo mi hija ahora. Ella es la maestra. Es una tradición que tenemos ahora, así que ojalá seguir ganando para seguir bombeando”. La verdad es que el ganador de 24 Slams se lo está pasando bomba… y amenaza con conquistar el 25º.

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