Alcaraz progresa adecuadamente sobre la hierba de Wimbledon
El murciano mejoró con respecto a su debut en el torneo con un triunfo rotundo ante Griekspoor. Alcanza por primera vez la tercera ronda y se verá con Otte.
Dos partidos le han bastado a Carlos Alcaraz para comprender cómo debe jugar en Wimbledon para ganar de la manera en que lo hizo este miércoles. El murciano se apuntó una victoria contundente contra un rival de nivel medio-alto como Tallon Griekspoor, sacador decente que le planteó un partido duro, pero que sucumbió en tres sets (6-4, 7-6 (0) y 6-3 en 2h06). “Las horas en pista que llevo en hierba me ayudan a encontrarme cada vez mejor. No sé decir (por qué jugó mejor), es la sensación que tengo de estar un poco más acostumbrado para moverme mejor aquí”, explicó.
La profundidad y precisión de los golpes de Carlitos, que además se atrevió a usar con más frecuencia sus ya famosas dejadas, despejaron las dudas suscitadas en su complicado debut el pasado lunes ante Struff. Alcaraz alcanza por primera vez la tercera ronda del torneo en su segunda participación y se enfrentará el viernes a otro alemán, Oscar Otte, que pasó por retirada de Christian Harrison cuando ganaba al estadounidense por 3-1 en el primer set.
“Llegar a esas alturas aquí es asombroso. Lo he conseguido con la energía de la gente, así que estoy muy contento. Me encanta jugar el tenis, me encanta cada segundo que paso en la pista. Estar así, a un gran nivel, y ganar a los mejores del mundo (en Madrid) es un sueño para mí”, dijo el español en la entrevista postpartido. “No he jugado mucho en hierba, por eso la primera ronda fue dura. Esta vez creo, ha ido todo bien, me he atrevido a hacer dejadas, porque lo había visualizado”, explicó. Y así fue. Con una solidez pasmosa (solo cometió 20 errores no forzados) contrarrestó la seguridad de Griekspoor, neerlandés de 25 años y 53º del mundo, que venía de ser cuartofinalista en Mallorca. Al mismo tiempo, se lo pasó bien e hizo disfrutar a los espectadores de la pista 2 con puntos espectaculares. “Intento hacer un puntazo en cada partido. Tuve la oportunidad de convertir uno y metí un revés a una mano. Esperemos que en tercera ronda pueda hacer otro así”, indicó en rueda de prensa
Tranquilidad
El primer set lo ganó Alcaraz con un quiebre en el momento justo, para ponerse con 5-4 y servicio. En el segundo no pudo romper el saque de su rival, pero le pasó por encima en el desempate después de ganar tres juegos en blanco. Y en la montaña rusa, que fue el tercero, con tres breaks, salió airoso a fuerza de determinación y ganas. Siempre con una calma que descentró a Griekspoor en algunos momentos, porque hasta la suerte acompañó al vencedor. Pero esa fortuna hay que buscarla y él la quiere.