Zapata y el premio a un gran año
El jugador valenciano disputará el US Open entrando directamente al cuadro principal. Es la primera vez que no debe jugar la previa en un Grand Slam.
Paso a paso, quemando etapas, pero con un carácter feroz, sin miedo a ningún rival, Bernabé Zapata, a sus 25 años, se ha convertido en un jugador temible en cualquier torneo. El valenciano rompió la barrera del top-100 este mismo año, en mayo, y sólo ha acelerado. Este mismo mes, tras lograr el cuarto Challenger de su carrera, en Meerbusch, se impulsó desde la 89ª a la 74ª posición, su mejor de siempre. Ahora, disputará el US Open entrando directamente al cuadro principal, siendo la primera vez que no necesita jugar la ronda previa. Otro subidón, una nueva barrera rota dentro de su mejor temporada hasta el momento, que ya venía fraguándose.
En 2021, Zapata superó la previa en tres de los cuatro Grand Slams. Un anticipo de lo que estaba por llegar. Este año, repitió en Wimbledon... y en un Roland Garros memorable. Michael Mmoh, Taylor Fritz y John Isner. Ninguno pudo parar el avance del valenciano en París, que alcanzó los octavos de final siendo el primer español en hacerlo desde la previa. El número dos del mundo, Alexander Zverev, en un partido sufrido, con tie-break en el primer set y 7-5 en la segunda manga, fue el único que pudo apartarle del camino. “Muy contento, porque no hay mejor sitio para que salgan los frutos del trabajo. No sé si este es mi techo, pero me iré tranquilo si lo he dado todo”, remarcaba antes de caer ante el jugador alemán. Por el camino, se habían quedado los 16 títulos de Isner o el campeón de Indian Wells.
También, toda una vida dedicada al tenis, que cogía impulso para seguir, como hará en Estados Unidos, por puertas cada vez más grandes. Con Rafa Nadal como referente, así como David Ferrer o Roberto Bautista, y Pablo Andújar, con el que convive en Valencia, siempre en la brújula. La Armada crece con la Armada. En cada caso, con su particularidades. “La progresión de Rafa y Carlos está fuera de lo común, no hay que presionarse en exceso con eso, cada uno tiene su camino”, analizaba el propio Zapata para AS tras su éxito en Francia. En su caso, tuvo que remar para poder costear los primeros viajes. A cada momento de dificultad, una respuesta, como en su primer futures o en Ginebra, donde consiguió pasar la previa de su primer ATP, irrumpiendo en la élite con fuerza.
Como en casa
En Nueva York, “Berni”, como se grita a él mismo para animarse, quiere revivir las escenas de París. Tanto el país, de su agrado, como las condiciones deportivas alimentan la esperanza. Fuerte y explosivo, muy agresivo, las pistas de Flashing Meadows se adaptan a la perfección a su tenis, descarado y temperamental, pero también ordenado. Desde que en 2017 empezara a trabajar con Nacho Márquez, Zapata ha dado un salto cualitativo en su físico: es más ligero, para ganar resistencia, pero también más potente. Es una de las claves que tanto él como su equipo destacan para entender los últimos éxitos. Es una de las razones por las que, en 2022, después de ganar su primer Challenger en 2020, ante Carlos Alcaraz, Zapata disputará un grande como uno de los grandes.