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TENIS | US OPEN

Caen Osaka y Raducanu: las dos últimas campeonas, eliminadas

La británica, que regresaba al lugar donde hace un año ganó su primer Grand Slam, cayó en primera ronda frente a Cornet. Venus Williams y Osaka se despiden; Swiatek triunfa.

Nueva York
Britain's Emma Raducanu gestures during her 2022 US Open Tennis tournament women's singles first round match against France's Alize Cornet at the USTA Billie Jean King National Tennis Center in New York, on August 30, 2022. (Photo by COREY SIPKIN / AFP)
COREY SIPKINAFP

Un año en lo más alto y el siguiente en los infiernos. Emma Raducanu volvía esta pasada madrugada a Nueva York un año después de su histórica gesta, pero el resultado ha sido muy diferente. La británica, que por entonces tenía 18 años, ganó el US Open de 2021 de forma arrasadora, sin ceder ni un solo set. Así se presentó Raducanu ante el mundo, ya que hasta entonces era una desconocida para el gran público y apenas era el segundo Grand Slam que disputaba en su carrera. Todo apuntaba a que una nueva estrella había nacido. Sin embargo, casi 365 días después de esta hazaña, la realidad de la jugadora nacida en Toronto es muy distinta a lo que se esperaba. Anoche, la francesa Alizé Cornet ahondó en la crisis de resultados de Raducanu al imponerse por un doble 6-3 en primera ronda.

Desde su imponente triunfo en el pasado US Open, Raducanu acumula 19 derrotas por tan solo 15 victorias. En este 2022, el registro de la británica es de 13-16. Tan solo ha ganado dos partidos de manera consecutiva en cuatro ocasiones, y su mejor resultado en esta temporada son dos cuartos de final (en Stuttgart y Washington). Además, Raducanu ha sido eliminada a las primeras de cambio en siete torneos (algunos como Roma o Toronto), y en Grand Slam su balance es de tres victorias y cuatro derrotas, sin superar la segunda ronda en ninguno de los cuatro majors. Unos números difíciles de explicar después de la victoria del año pasado en Nueva York, que fascinó al planeta entero. La caída de Raducanu se agiganta después de este US Open, ya que pierde de golpe los 2.000 puntos que defendía como campeona y pasará a ocupar el 11º del ranking WTA al 80º, a la espera de lo que suceda en el resto del torneo. “Obviamente es decepcionante perder en primera ronda, pero, de algún modo, estoy feliz porque ahora se queda una pizarra limpia. Caeré en el ranking y tengo que ascender”, dijo tras su derrota.

Cornet ha sido la última jugadora en aprovecharse del mal momento de Raducanu, que aterrizaba en la Gran Manzana siendo la 11ª cabeza de serie. La francesa, además, hizo historia en este partido, ya que este US Open es el Grand Slam número 63 en el que participa de forma consecutiva, estableciendo un récord de participaciones seguidas en grandes torneos en el tenis femenino desde el inicio de la Open Era. Desde el Abierto de Australia de 2007, Cornet, ahora de 32 años, ha estado siempre en los cuadros finales de las grandes citas, y arrebata el récord a la japonesa Sugiyama, que había establecido en 62 la cifra de participaciones consecutivas. Con este aliciente, la número 40 del mundo superó con claridad a una desdibujada Raducanu, quien seguramente notó la presión que había sobre ella. El público recibió a la británica con una sonora ovación, pero los ánimos no fueron suficientes y la todavía vigente campeona volvió a cometer los errores de los últimos meses, especialmente con su saque, el cual cedió siete veces en dos mangas. Si en 2021 Raducanu no cedió ningún set, en este 2022 perdió los dos únicos que disputó. En segunda ronda, Cornet se cruzará con la checa Siniakova, verdugo ayer de Townsend en tres mangas. La francesa se confirma como la ‘matagigantes’ de este año, ya que también ha derrotado en Grand Slam a nombres como Muguruza, Halep (Australia) o Swiatek (Wimbledon). Raducanu, por su parte, continúa en una espiral de malos resultados y se despide a las primeras de cambio del torneo que le hizo ascender a los cielos.

También cayó de manera prematura otra campeona del US Open (doble en este caso), Naomi Osaka. La japonesa, vencedora en las ediciones de 2018 y 2020, pagó cara su caída en el ranking durante los últimos meses, ya que en primera ronda se cruzó con la local Danielle Collins, 19ª cabeza de serie. Osaka, quien ahora ocupa el puesto 44 del ranking WTA, fue de más a menos frente a una rival a la que le tenía tomada la medida. En los tres duelos previos entre ambas tenistas, la victoria siempre fue para la nipona, mientras que la estadounidense sólo fue capaz de hacerle 10 juegos a Osaka. Parecía que el guion se iba a repetir una vez más en el arranque del partido, pero Collins se recompuso de un 0-3 inicial para acabar forzando un tie-break en el que se iba a imponer tras los repetidos errores de Osaka. La estadounidense, finalista este año en el Abierto de Australia, confesó antes del encuentro estar “en el mejor momento del año”, y lo demostró en el segundo set, donde desplegó un inmaculado tenis, mientras que Osaka pecó de impaciencia y acabó cometiendo demasiados fallos. Finalmente, el triunfo fue para Collins por 7-6(5) y 6-3, que ya espera a la española Bucsa en segunda ronda. Con la eliminación de Raducanu y Osaka, el US Open se queda sin sus dos últimas campeonas.

Venus Williams, derrota y leyenda

En cada punto, una pequeña celebración; en cada gran jugada, público en pie. Como en el día anterior, con su hermana, sabor a despedida. En su caso, sin embargo, no hay pronunciamiento al respecto. Venus Williams, tras un partido emotivo tanto por la narrativa como por lo visto en la Arthur Ashe, abandona una edición del US Open en la que ha seguido escribiendo páginas de la historia del tenis. Su 23ª participación en el torneo y su 91ª presencia en un Grand Slam. Nadie tiene tantas. Y los perseguidores (Roger Federer, Feliciano López y su hermana Serena) están a diez de distancia. Esta es la magnitud de Venus, ganadora de siete majors. Supuestamente, tenía preparado un homenaje tras el partido, pero no se dio. ¿Continuará? Como mínimo, lo hará en el cuadro de dobles, donde competirá al lado de Serena por primera vez desde 2018. Juntas, suman otros catorce grandes. Inabarcables.

Pase lo que pase, victoria inolvidable (6-1 y 7-6) para la belga Alison Van Uytvanck, 43ª del mundo, que llegó a tirar la raqueta en un segundo set en forma de regalo para el público. El talento es inagotable. Incluso con 42 años. Tras una primera manga sin color, Venus, con sólo tres partidos este año, lo recuperaba. En el primer parcial, el esfuerzo para sumar un solo juego al saque había sido enorme; en el segundo, arrancaba con un break. Así es el tenis. Y los genios. 2-0 e ilusión por las nubes. La tercera manga, lejana, era posible. En el tie-break, cuando Van Uytvanck perdía los nervios, casi se podía tocar. La estadounidense se puso 2-0 y 5-3. Se escapó. “Siempre es un honor jugar contra una leyenda. Significa mucho para el tenis femenino, para el tenis en general. Se me puso la piel de gallina cuando entré pisé la pista”, revelaba la belga tras su victoria. Delante, tenía 271 victorias en grandes y 49 títulos.

Swiatek lidera el tren de las favoritas; Ostapenko y Rybakina se bajan

La número uno del mundo aterriza con fuerza en el US Open. Recupera su ferocidad. Iga Swiatek, tras superar por 6-3 y 6-0 a la italiana Jazmín Paolini, 56ª del mundo, vuela a segunda ronda. Necesitaba una exhibición así. Después de lograr la racha de victorias más larga de este siglo, 37, la jugadora polaca parecía algo atascada. Al menos, alejada de ese nivel inalcanzable que le permitió pasearse por Doha, Indian Wells, Miami, Roma y Roland Garros. En Wimbledon, la ‘matagigantes’ Cornet paró su desfile militar y, desde entonces, “sólo” había sumado cuatro victorias en siete partidos. Ya son cinco. Ante Paolini, ha llegado en sólo 67 minutos. Poco más de una hora para sumar 14 ganadores, evitar cualquier reacción impulsiva de la joven transalpina, con talento, y ser mortífera en los momentos de la verdad (7/9 puntos de break convertidos).

La jugadora polaca, que se enfrentará a la local Sloane Stephens (51ª), sorprendente campeona en 2017, recupera el guion habitual de sus partidos. Arrolla y, con ella, avanza otra tenista que, cuando entra en trance, también aplasta. Aryna Sabalenka, semifinalista el año pasado y con Kaia Kanepi (34ª) como próxima rival, regresa a Nueva York sacando el polvo a las buenas sensaciones. 6-1 y 6-3 para la número 6 del mundo ante la estadounidense Catherine Harrison, 243ª, sin alternativas para hacer frente a la bielorrusa, que quiere alegrar un curso irregular, marcado por la combinación de aciertos, en forma de potencia, y errores. Esta vez, exprimió lo primero (28 winners) y controló lo segundo (13 no forzados). Como una Jessica Pegula que sí regaló alegrías al público local. Es la número uno de su país (8ª del mundo) y se siente bien cerca de casa. Llegaba tras alcanzar las semifinales en Toronto y los cuartos en Cincinnati y no frenó ante una Viktorija Golubic (89ª) lejos de su mejor tenis. Doble 6-2 y la intención de seguir creciendo ante su público. También fue positivo el arranque de otra bielorrusa, Victoria Azarenka, tres veces finalista en Nueva York. ‘Vika’ superó, no con demasiada comodidad, a la local Ashlyn Krueger (244ª) por 6-1, 4-6 y 6-2 para enfrentarse en segunda ronda a la ucraniana Marta Kostyuk, superior anoche a la egipcia Mayar Sherif.

Grandes nombres que cumplen, incluso disfrutan, y otros que pinchan. En primer grupo, también está la suiza Belinda Bencic (13ª), pese a necesitar el tercer set ante la alemana Andrea Petkovic (6-2, 4-6 y 6-4); en el segundo, Jelena Ostapenko (16ª). La letona, a diferencia de sus compañeras de top-20, no pudo con la china Qinwen Zheng, un prodigio que sigue sacando brillo a su curso. Ya es 39ª del mundo y, hace unos meses, estaba complicando a esa Swiatek que ahora recupera su colmillo. Entonces, aún lo tenía muy afilado y Zheng se mostraba al mundo en octavos de Roland Garros, con un primer set espléndido apagado por los problemas físicos. Después, ganó el WTA de Valencia y, antes de llegar al US Open, mandó un aviso en Toronto, alcanzando los cuartos de final. Suma otra victoria de mérito en su prometedora carrera (6-3, 3-6 y 6-4), que está buscando el momento oportuno para despegar definitivamente. Anastasia Potapova (52ª) será el próximo escalón.

También fue sorprendida la kazaja Elena Rybakina, campeona de la última edición de Wimbledon. La 25ª cabeza de serie (no sumó puntos al ganar su primer Grand Slam) fue derrotada por la francesa Clara Burel (6-4 y 6-4), 131ª del mundo y llegada desde la fase previa. Burel espera en segunda ronda a Van Uytvanck. Otra kazaja, Yuliya Putintseva, eliminó a una de las favoritas del público estadounidense, Amanda Anisimova. La norteamericana de 20 años, 24ª cabeza de serie, desveló poco después de caer por un doble 6-3 que salió a competir con un dedo del pie roto. Este infortunio se produjo la semana pasada en Cincinnati, pero Anisimova afirmó “estar orgullosa por haber podido jugar todo el partido, incluso con inyecciones en el pie que duelen incluso más que la propia lesión de la que todavía me estoy recuperando”. Putintseva se enfrentará en segunda ronda a la germana Jule Niemeier, 108ª del mundo y ganadora del enfrentamiento ante la estadounidense Sofia Kenin, campeona del Abierto de Australia de 2020, pero ahora hundida en el ranking (327ª) por las lesiones. Pese a ello, Kenin recibió una invitación de la organización, aunque no pudo con una Niemeier que se impuso por 7-6(3) y 6-4.