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TENIS | US OPEN

Gauff, a los haters: “Gracias a la gente que no creyó en mí

La estadounidense se acordó en su discurso como campeona de sus padres, hermanos, amigos y entrenadores, pero también de los que la criticaron.

Nueva YorkActualizado a
Coco Gauff, durante su discurso como campeona del US Open.
SARAH STIERAFP

Con la emoción a flor de piel después de haber llorado en la pista, abrazado a su rival, Aryna Sabalenka, y a sus padres, en este caso de manera sostenida, Coco Gauff fue, uno por uno, saludando efusivamente a familiares, amigos y equipo, incluido su entrenador, el español Pere Riba. Acababa de ganar a la nueva número uno del mundo en la final del US Open, para levantar su primer trofeo de campeona de Grand Slam.

En su discurso de agradecimiento, durante una emotiva entrega de trofeos en la que a Aryna Sabalenka, conocida por su reírse casi siempre, también se le saltaron las lágrimas, Gauff se acordó de las personas que le han ayudado en su carrera, empezando por sus progenitores: “Gracias, primero, a mis padres. Hoy es la primera vez que veo a mi padre llorar, él no quiere que lo diga, pero ha sido pillado. Él se cree muy duro, pero no lo es. Gracias por creer en mí desde el principio. Mi padre me traía a este torneo para ver a Venus y Serena competir, es increíble estar aquí”, reveló. “Gracias a mi equipo por todo lo que habéis hecho por mí, a Brad (Gilbert), a Pera (Riba). Ha sido un mes largo, pero nunca habéis dudado de mí. Quiero dar las gracias a mis abuelos y mis hermanos, que están en casa. He llamado por FaceTime a mi hermano después del partido, pero no me ha cogido. Después me ha llamado, pero me tenía que ir”.

El capítulo de reconocimientos tuvo un momento especial, cuando Coco se acordó también de los haters, de la gente que la criticó: “Y quiero dar las gracias también a la gente que no creyó en mí. Hace un mes gané un WTA 500 y la gente dijo que iba a parar allí. Hace dos semanas gané un WTA 1.000 y dijeron que es lo más grande que iba a ganar. Tres semanas después, aquí estoy con este trofeo. He dado lo mejor de mí. Honestamente, aquellos que pensaban que estaban echando agua a mi fuego, realmente estaban añadiendo gas, y ahora estoy quemando mucho”. No se olvidó tampoco de la ciudad en la que ha obtenido el triunfo más importante de su vida: “Y último, pero no menos importante, gracias a Nueva York. Los aficionados significáis mucho para mí. Gracias a todos. Recordaré en el futuro que creísteis en mí. Esto significa mucho, gracias por todo”.