Carreño puede con la “anarquía de Bublik” y pinta bien
El gijonés remonta para ganar por cuarta vez al cañonero kazajo Bublik y se enfrentará en tercera ronda al australiano De Miñaur. Carballés puede con Munar
El sol salió para Pablo Carreño este martes en el US Open. Y es que el astro tuvo un papel importante en la victoria del gijonés contra el cañonero Alexander Bublik, ya que a los dos se les hizo difícil sacar con él enfrente, pero el flamante campeón hace tres semanas en Montreal se adaptó mejor (no en los remates) que el kazajo de 25 años y 47º del mundo, y remontó para ganar por 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (5) en 2h58.
Carreño, 12º cabeza de serie, se está sacando la espina de su eliminación el año pasado en primera ronda, ante otro buen sacador como el estadounidense Maxime Cressy, en un encuentro resuelto en el quinto set y en el que tuvo puntos de partido. Semifinalista en 2017 y 2020, está ya en tercera ronda y se encontrará el viernes con un rival al que conoce bien, el australiano afincado en Alicante Alex de Miñaur, 18º favorito, que pudo con el chileno Christian Garín (6-3, 6-0, 4-6 y 6-2).
Era la cuarta vez que el español se enfrentaba al ruso nacionalizado y le había ganado, siempre con apuros, en esas tres ocasiones. La más señalada, en la final de Chengdú 2019, cuando Pablo fue capaz de sobrevivir a los 31 aces (en Nueva York este miércoles le colocó 28) que le endosó este tenista peculiar, que tiene una aire a Kyrgios por su altura (1,96) y su comportamiento en la pista y esos saques por abajo que ejecuta de vez en cuando, aunque tiene mucho mejor carácter, incluso podría decirse que es simpático.
Control y confianza
La clave, tras un primer set que se le escapó al asturiano por un quiebre encajado en el tercer juego después de haber tenido él un 15-40 en el anterior, estuvo en la capacidad que demostró para aguantar la presión cuando después de sacar con 5-3 para igualar, perdió ese servicio y acto seguido se llevó la manga al resto. A partir de ahí, jugó mucho mejor que Bublik y tuvo pocos problemas para mantener sus saques, excepto en el 6-6 del cuarto parcial, cuando salvó hasta cinco puntos de set de Alexander. El desempate se le puso dos veces cuesta arriba, pero del 5-3 en contra pasó al 7-5 final con un último tanto maravilloso, con defensas complicadísimas. Ahora, en racha de confianza, Carreño es peligroso para cualquiera en su Grand Slam favorito. “Era un partido complicado, contra un jugador siempre difícil por su anarquía”, explica a AS Carreño, que le ganó por retirada este año en Montecarlo, en un duelo en el que sintió “una impotencia absoluta”. “Mi actitud fue muy mala, y esta vez salí a luchar todo el rato, con paciencia y agresividad para dominar y esperar mi momento”. Pablo se ve mejor de lo esperado, porque no pudo entrenarse “todo lo bien” que hubiera deseado. “Estuve cinco días parado por unas molestias que tuve en Cincinnati y aquí empecé poco a poco para cuidar el físico. Ahora estoy al 100%”, revela.
Carballés remata a Munar
En un partido que fue aplazado el martes por culpa de la lluvia, Roberto Carballés remató a Jaume Munar, sobre el que había adquirido una buena ventaja antes de que ambos tuvieran que marcharse por la interrupción del derbi español de la primera ronda. El tinerfeño, que ganaba 6-1, 6-4, 4-6 y 4-1 cuando se reanudó el encuentro, sentenció con un 6-2 en el cuarto set y se enfrentará el jueves en la segunda ronda del torneo, que alcanza por cuarta vez (segunda consecutiva), y que es su tope, al canadiense Denis Shapovalov. La continuación del duelo se resolvió en unos pocos minutos y el balance total de golpes ganadores y errores no forzados de Carballés, fue muy bueno (39 y 27). Es la tercera ocasión en otros tantos enfrentamiento que se impone al mallorquín.