Sorribes se deshace y deja a Badosa sin margen de error

La guerrera Sara Sorribes, acostumbrada a eternas batallas que requieren un desempeño mental y físico en el que se maneja como pocas, no pudo cantar victoria esta vez frente a Magda Linette, que abrió la eliminatoria de octavos de final de la Billie Jean King Cup dándole a Polonia el primer punto por 7-6(6), 2-6 y 6-4 en 3h51. La castellonense estaba logrando una grandísima remontada en un duelo con tintes épicos y llegó a comandar el tercer set por 3-0, pero una brava y aguerrida Linette se apuntó seis de los siguientes siete juegos para darle la vuelta y poner a su país a un paso de los cuartos de final. La Selección española, tras este doloroso tropiezo de Sorribes, se queda sin margen de error: debe ganar el segundo individuales y el dobles para no caer a las primeras de cambio. En manos de Paula Badosa queda España, ya que la catalana se medirá con la temida Iga Swiatek esta tarde.

El comienzo de la jornada en la carpa anexa al Martín Carpena sobre la que se disputan las Finales de la BJKC fue muy emotivo. La Selección española saltó a pista con una chaqueta en la que se lee “Fuerza, Valencia” en la espalda y las jugadoras, con crespón negro en su indumentaria, portaron la bandera de la Comunitat. Se guardó un sentido minuto de silencio en el que Sorribes, castellonense, no pudo evitar las lágrimas. Aquel bonito homenaje dio paso al primer partido del España-Polonia, una eliminatoria que debería haberse disputado el pasado miércoles, pero la DANA que pasó por Málaga obligó a aplazarla hasta la mañana de este viernes. A pesar de ser en horario laboral, las gradas, en las que entran unos 4.500 espectadores, presentaron un buen aspecto que incluso fue mejorando a medida que pasaron las horas.

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Sorribes, de 28 años y 106ª del ranking WTA después de un complicado año, regresaba a una de sus competiciones predilectas. La de Vall de Uxó es un valor seguro y se crece cuando compite por España (10-6 en BJKC, habiendo ganado cuatro de sus últimos cinco partidos), y seguramente por ello apostó Anabel Medina en lugar de Jessica Bouzas, número dos por ranking de la Selección pero sin experiencia con la Armada. En Polonia, el capitán Dawid Celt tampoco sacó a jugar a su número dos, Magdalena Frech, sino que también tiró de veteranía y puso en liza a Magda Linette, de 32 años, 38ª mundial y la segunda jugadora en la historia de Polonia con más triunfos en la historia de la copa del mundo de tenis. Los precedentes sonreían a la española, que había ganado las tres veces en las que se habían enfrentado, aunque la última de ellas fue en 2020.

El ambiente, como es lógico, favorecía al equipo anfitrión, y la grada española jugó un papel importante al levantar los ánimos de Sorribes tras un mal inicio. Linette, que constantemente buscó el revés de su rival, se apuntó los tres primeros juegos, pero la castellonense no tardó en ajustar. Usó el cortado en la gran mayoría de bolas que llegaban a su izquierda y comenzó a imponer un partido tedioso, de trincheras, ese estilo en el que tan bien se mueve. Tuvo ocasiones de sobra para amarrar la primera manga, pero la clave estuvo en la efectividad: mientras que Linette apenas necesitó tres bolas de break para lograr dos roturas, Sorribes desaprovechó siete ocasiones de quiebre. También tuvo sus oportunidades en el tie-break, en el que incluso gozó de una bola de set, pero la polaca sacó las garras y se adjudicó un reñido desempate.

Ceder una manga de esa manera es doloroso y sacaría del encuentro a más de una jugadora, pero no a Sorribes, que continuó siendo un martillo pilón. Peloteos largos, juegos eternos... Apenas llegaba el ecuador del segundo parcial y el reloj de partido superaba las dos horas y media. Y esa constancia de la española desespera a cualquiera: Sara fue mucho más solvente en el segundo parcial, hizo moverse de lo lindo a su contrincante y, sobre todo, no cedió su saque ni una sola vez. Con dos breaks, pareció estar poniendo los clavos en el ataúd de Linette, que pidió tiempo muerto médico por unas molestias en el brazo izquierdo. La sensación de que el partido se le estaba yendo lentamente a la polaca perduró en el inicio del tercer set, en el que Sorribes aprovechó el bache de su rival para poner un rápido 3-0.

Lejos de estar acabada, Linette no bajó los brazos y consiguió bajar la pompa sobre la que jugaba Sorribes. La española dudó, falló más de lo que venía fallando y abrió la ventana de la remontada a su adversaria, que apenas cometió errores. Magda se anotó un parcial de 6-1 para acabar el partido. Ni siquiera le hizo temblar el espectacular globo de Sorribes con el que frenó el primer punto de partido que tuvo en contra. La guerrera española esta vez no obtuvo su premio en forma de victoria en otra agónica lucha que casi se fue a las cuatro horas, por lo que el destino de la Selección está en manos de Paula Badosa, obligada a ganar a Iga Swiatek para forzar el dobles, en el que está previsto que Mariona Bassols y Jessica Bouzas formen pareja para medirse con Magdalena Frech y Katarzyna Kawa, aunque puede haber cambios. España se queda al borde del abismo tras el doloroso gatillazo de Sorribes.

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