Tsitsipas alcanza su segunda final de Slam y aspira al trono

El partido se jugaba en la Rod Laver Arena, pero el estadio de Melbourne Park parecía el OAKA de Atenas, por la cantidad de griegos que había en la grada apoyando a Stefanos Tsitsipas. El número cuatro del mundo, de 24 años, aprovechó esta ventaja anímica para vencer en cuatro sets (7-6 (2), 6-4, 6-7 (6) y 6-3 en 3h21) a Karen Khachanov y plantarse en su primera final del Open de Australia, segunda de Slam tras la que perdió en Roland Garros 2021 ante Novak Djokovic.

El serbio podría será su rival el domingo (9:30, Eurosport), tras superar al estadounidense Tommy Paul. Además de por el título, pelearán por el número uno del ranking, porque son los dos únicos tenistas que pueden destronar a Carlos Alcaraz siendo campeones. “Es un número que me gusta”, dijo Tsitsipas. “Es sueño de infancia de cualquier jugador”, añadió en la entrevista que le hizo en la pista Jim Courier. Stefanos es el octavo en activo que logra ser finalista del major oceánico. Competía por cuarta vez en las semifinales del torneo y por fin las superó ante un rival que había pisado la penúltima ronda del US Open el año pasado. Khachanov tenía en contra el cara a cara contra Tsitsipas (0-6 ahora) y una racha que se eleva ya a 14 derrotas consecutivas ante rivales top-5.

El heleno, por el contrario, está en racha de 10 triunfos este año (cuatro en la United Cup y seis en el Open de Australia). Además, hace un tenis fantástico en suelo australiano, como demostró una vez más ante Khachanov, a quien pudo ganar más rápido, porque en el primer set tuvo un quiebre de ventaja antes de solventarlo en el desempate, y en el tie-break del tercero, dos puntos de partido que desperdició. El cuarto, en el último parcial, no se le escapó y se saca una espina importante, que premia el nivel altísimo que ha mantenido en los últimos años. En 2022 fue líder del circuito en victorias (61), ganó dos títulos (Montecarlo y Mallorca) y jugó otras cinco finales. Ya le tocaba un éxito como este.