Tommy Paul gana el derbi estadounidense de cuartos
El azote de los españoles, de 25 años y 35º del mundo, vence a su compatriota Ben Shelton, de 20 y 89º, y se enfrentará en semifinales a Rublev o Djokovic.
“Es mi primera vez en esta pista, y en cuartos de un Slam, por supuesto… En unas entrevistas ayer me preguntaron que me parecía estar en esta ronda y contesté que semifinales sonaba mucho mejor. No puedo creer que lo haya conseguido”, dijo Tommy Paul después de vencer en cuatro sets (7-6 (6), 6-3, 5-7 y 6-4 en 3h06) a Ben Shelton, en el derbi estadounidense de los cuartos de final del Open de Australia. El tenista de Nueva Jersey, de 25 años y 35º del mundo, alcanza su mayor éxito en Grand Slams y se enfrentará el viernes por un puesto en la final a Andrey Rublev o a Novak Djokovic.
Hace 14 que un tenista de los Estados Unidos no alcanzaba el penúltimo escalón del major oceánico, desde que lo consiguió Andy Roddick en 2009. Paul es el tercer jugador en activo de su país que llega a las semifinales en un grande, después de John Isner (Wimbledon 2018) y Frances Tiafoe (US Open 2022).
El azote de la Armada, que acumula 11 victorias consecutivas contra españoles, incluidas las cosechadas en Melbourne contra Alejandro Davidovich y Roberto Bautista, apuntó maneras en 2022 y ha explotado en el inicio del curso 2023. Su compatriota, Ben Shelton, aún está un pelín verde, sobre todo tácticamente, para hacer frente a rivales top en grandes escenarios como la Rod Laver. Había llegado a cuartos con un pelín de fortuna, al no tener que enfrentarse a ningún top-50, porque Taylor Fritz (8º) y Alexander Zverev (12º) cayeron antes de la tercera ronda por su lado del cuadro.
Bisoñez contra estabilidad
Contra Paul, un tipo ya cuajado y con un juego seguro, muy estable, el bueno de Ben disparó sus errores no forzados (50) y perdió su saque en el segundo set. Hasta entonces, acumulaba 68 juegos ganados con su servicio. Se va a casa, eso sí, 46 puestos más arriba de lo que estaba en el ranking, hasta el 43. Tommy encontró fisuras en su juego y las aprovechó con paciencia, pese a que se le escapó una tercera manga en la que dominaba con un quiebre de ventaja.