Sinner le mete presión a Alcaraz en la lucha por el número uno

Jannik Sinner está a cuatro victorias de volver a ser número uno del mundo. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Al contrario que Carlos Alcaraz, con quien pelea por el liderato del ranking y por la hegemonía en el tenis, el italiano cumplió en su estreno en el Masters 1.000 de París. Ganó con mucha solvencia a Zizou Bergs (6-4 y 6-2 en 1h27) y este jueves (19:00, Movistar+) se enfrentará en octavos al argentino Francisco Cerúndolo (27 años y 21º), verdugo del serbio Miomir Kecmanovic (7-5, 1-6 y 7-6 (4) en 2h26).

Desde 2023, cuando cayó ante Dusan Lajovic (66º) en la segunda ronda de Cincinnati, Sinner no ha vuelto a protagonizar un desastre similar. Su marca a partir de esa derrota es 47-0 contra rivales de fuera del top-50 y 30-0 en rondas iniciales de torneos. Es decir, no pierde nunca a las primeras de cambio. Bajo techo es casi invencible. Está en racha de 22 victorias desde las Finales de la Copa Davis de hace dos temporadas, en las que hizo campeona a Italia. Antes, había renunciado, por precaución, a jugar contra Alex de Miñaur en los octavos de París, un torneo que no se le ha dado bien. De hecho, esta puede ser la primera vez que juegue en dicha ronda del evento francés, en el que no superó el estreno ni en 2021 (le ganó Alcaraz) ni en 2022 (cayó ante el suizo Huesler). Todo apunta a que su mala racha allí acabe esta temporada, aunque ante Bergs, belga de 26 años y 41º, sintió molestias en ambas piernas, quizá por un principio de calambres, como los que le obligaron a retirarse en Shanghái.

El caso es que se las arregló para ganar rápido, con 19 golpes ganadores y 22 errores no forzados, y gracias a su desempeño con el servicio, no acusó las condiciones lentas de la pista central en La Défense Arena.

Una pista “muy particular”

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“Sobre todo noté los movimientos. Es una cancha muy particular, creo. Normalmente siempre me cuesta un poco, así que estoy muy contento de haber llegado al primer partido. Muy satisfecho con mi saque. Fue muy preciso. Además, empecé con un break enseguida, lo que te da más confianza desde el principio. Muy feliz con el rendimiento, pero veamos qué pasa mañana”, resumió Sinner, que ofreció sus impresiones sobre la superficie en la que se disputa esta competición. “Me parece que las pelotas nuevas siguen yendo bastante rápido. No botan tanto, pero después del impacto, se hacen bastante grandes y lentas, y eso también cambia un poco la trayectoria. No hubo mucho ritmo, pero resté muy bien. Los primeros golpes son muy importantes en cualquier terreno, y eso lo hice muy bien”. El de la capital gala es el único Masters 1.000 en el que el pelirrojo no ha alcanzado los cuartos de final. Eso podría cambiar este jueves. Y ya saben, si es campeón el domingo, volverá al trono.

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