Djokovic reacciona para superar las rarezas de Moutet
El serbio revierte un mal inicio y gana en dos sets al excéntrico francés, que acabó desquiciado. Se enfrentará el domingo en tercera ronda al chileno Tabilo.
No era fácil el inicio en Roma para Novak Djokovic. Por su inactividad, no jugaba desde que cayó en las semifinales de Montecarlo contra Casper Ruud el 13 de abril (se saltó voluntariamente el Madrid Open) y por la peculiar forma de ser de su imprevisible y polémico rival, el zurdo Corentin Moutet, en la segunda ronda del Masters 1.000 italiano. Pero el serbio, que ya le había ganado hace cinco años en París-Bercy, solventó sobrado la papeleta: 6-3 y 6-1 en 1h24. Y el domingo se enfrentará por primera vez a Alejandro Tabilo (26 años y 32º del mundo). El chileno apeó este viernes al alemán Yannick Hanfmann (6-3 y 7-6 (4).
Moutet, repescado de la previa, empezó el partido de la mejor manera posible, con un quiebre de salida ante el número uno del mundo. Después perdió su servicio, aunque acto seguido volvió a ganar al resto el del balcánico y consolidó su ventaja para el 3-1. Algo inaudito. Sin embargo, esa fue su última heroicidad en el encuentro. A partir de ahí, 11-1 de parcial para Djokovic y asunto concluido. Por el camino, el bueno de Corentin quitó la tapa de uno de los postes de la red, no se sabe bien por qué; después le sonó la alarma del móvil en pleno juego y en el punto álgido de su desesperación, tiró de una patada al cartel del patrocinador principal un palo de elevación de la red, lanzó una bola aire de un raquetazo y maltrató en varias ocasiones su instrumento de trabajo.
Serenidad
Con nervios de acero y sonrisas de complicidad, Djokovic aceptó con aplomo las travesuras de su oponente y fue a lo suyo, a ganar. Nunca había perdido a las primeras de cambio en el Foro Itálico (su marca ahora es 18-0). No lo tenía fácil Moutet para sorprender a un Djokovic que se ha impuesto en sus últimos 25 duelos ante franceses. No pierde con uno desde que Benoit Paire, otro personaje de mucho cuidado, le ganó en el Masters 1.000 de Miami 2018.
“No es lo mismo jugar sets en entrenamientos que en partidos y me tocaba enfrentarme a un zurdo, llevando un tiempo sin practicar con uno. Me llevo un rato ajustar la rotación diferente de la bola y quizá por eso perdí mis dos primeros saques, pero luego jugué bien. Corentin es muy talentoso y tiene buenas manos, es muy impredecible. A ver qué viene ahora, pero fue un buen primer partido”, dijo Djokovic, que solo había llegado a Roma sin ganar antes un título en la temporada en otras dos ocasiones (2018 y 2022). “Siempre hay dudas, lo importante es como manejarlas y ver cuánto están ahí y te superan. Es una batalla interior. Si la ganas, la externa se hace un poco más posible que la superes”, añadió. Seis veces campeón en la capital transalpina, Novak espera aumentar su récord de títulos de Masters 1.000 a 41 por el lado opuesto al de Rafa Nadal en un cuadro más o menos amable para él. Y prepararse para alcanzar la cima en Roland Garros.
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