Apagón de Alcaraz en París

Casi un mes después de jugar su último partido, el de la final que le ganó en Tokio a Taylor Fritz, Carlos Alcaraz volvió a competir este martes en París. Fresco como una lechuga, aunque falto de ritmo y precisión, el español se presentó en la nueva sede del torneo, La Défense Arena, imponente escenario con capacidad, en la pista central, para 17.500 espectadores. Y con una de las peores cifras de su carrera en cuanto a errores no forzados (54), fracasó ante Cameron Norrie, un rival que ya le había ganado dos veces: 4-6, 6-3 y 6-4 en 2h22.

La derrota cierra en 17 la racha de victorias en Masters 1.000 de Alcaraz, campeón este curso en Montecarlo, Roma y Cincinnatti, alrededor de sus ausencias en Madrid, Canadá y Shanghái. También corta la de finales consecutivas esta temporada, que se queda en nueve, con ocho títulos y una marca de 52 victorias y solo cuatro derrotas desde abril. Y puede hacerle perder el número uno, aunque para ello, Jannik Sinner tendría que levantar el trofeo el domingo en la capital de Francia. El italiano, que se enfrenta este miércoles (sobre las 15:00, Movistar+) al belga Zizou Bergs, tilda ese objetivo de “imposible”. Razón lleva porque, aunque lo consiga, le será complicado mantener el puesto en las ATP Finals de Turín, porque allí, como vigente campeón, no puede sumar.

El jueves, Norrie, crecido tras obtener de manera brillante, no hay que quitarle mérito, el mayor triunfo de su carrera, primero ante un líder del ranking, se verá las caras en octavos con uno de los sorprendentes finalistas de Shanghái, el campeón, Valentin Vacherot (26 años y 40º), o el primo del monegasco, el francés Arthur Rinderknech (30 y 29º). Y ojo al primero, que le endosó un 6-1 y 6-3 al número 18 del mundo, el checo Jiri Lehecka.

De menos a mucho menos

Alcaraz (22 años) tardó unos minutos en entrar en calor en la pista, más bien lenta, del torneo parisino. De hecho, tuvo que levantar un punto de break en el segundo juego, tras ver cómo, en el primero, Norrie se disfrazaba de él para ejecutar un golpe ganador imposible. El ímpetu le duró al británico (30 años y 31º) hasta que perdió su saque por culpa, entre otras cosas, de una doble falta. A partir de ahí, dominó el de El Palmar para cerrar el primer set. Y no era fácil, por las condiciones, hacerlo desde el fondo de la pista. Por eso, mediada la segunda manga, se complicó la vida en un mal juego que perdió con una volea peor. Por desgracia para él, se le escapó por poco la opción de arreglarlo de inmediato y ‘se fue’ del partido a error limpio, mientras que su rival, con sus servicios abiertos, era todo calma y corrección.

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La final tiene premio

“Voy a meterlas y a tomar por…”, le decía Alcaraz a su equipo. “Lo que sea, pero positivo”, le contestaba su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Necesitaba orden, un poquito de fe y talento. Y despejó tres casi match points en el tercer set. El cuarto no lo salvó, porque subió a la red y se comió un passing. No le quedaba otra que tocar a rebato. Sin embargo, volvió a quedarse corto en el intento de reacción y adiós. Ahora, a esperar resultados y centrarse, con tiempo, en la Copa de Maestros, desde el 9 de noviembre.

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