Alcaraz gana a Rinderknech en un curso intensivo hacia Wimbledon
Alcaraz debuta en la gira de hierba remontando contra Rinderknech, rival por sorpresa. En octavos, se medirá con Lehecka, verdugo de Davidovich.
En un día en el que nada era normal, Carlos Alcaraz terminó devolviendo las cosas a su cauce. Su rival debía ser Arthur Fils, el adolescente mejor posicionado en el ranking (19 años y 62º del mundo). Tres horas antes del partido, sin embargo, se anunciaba la baja del francés. En su lugar, iba a jugar su compatriota Arthur Rinderknech (27 y 83º). Cuando se conoció la noticia, Charly, bajo gotas de lluvia, ya estaba calentando para su debut. Además, acompañado por Samuel López, entrenador principal en Queen’s en ausencia de Juan Carlos Ferrero, que se reincorporará al equipo la semana que viene. Puede que tanto cambio, acompañado de la inexperiencia sobre la superficie, descolocara a Carlitos, que tuvo que remontar (4-6, 7-5 y 7-6) para medirse en octavos a Jiri Lehecka, verdugo de Alejandro Davidovich (7-6 y 6-3 en 1h33). Bernabé Zapata tampoco pudo con Taylor Fritz (6-4 y 7-6 en 1h56). Alcaraz, único español en pie, necesitó 2h34 de sufrimiento. Una buena minutada. Un curso intensivo hacia Wimbledon.
En Londres, el tenis adquiere un aura especial. Y hay que acostumbrarse a ella. No sólo es el All England Club. Este mismo martes, Queen’s recibía el premio a mejor ATP 500 de la temporada pasada. En esa edición, la de 2022, no pudo estar Alcaraz, que retrasó el inicio de su temporada sobre hierba por problemas en el codo. Este año, su presencia volvió a peligrar, pues terminó Roland Garros con molestias en la muñeca derecha. Afortunadamente, las dejó atrás. Porque Charly, pese a ser un veterano de 20 años, necesita minutos sobre la superficie. Horas. Antes del partido, con participaciones en Wimbledon 2021 y 2022, el jugador español acumulaba cuatro victorias y dos derrotas oficiales sobre verde. La quinta llegó tras mucho sudor.
Por sus características, dinámicas, es un terreno que se le puede dar bien, pero requiere mimo. “Sin prisa, pero sin pausa”, decía Samuel López en la previa. Y así se desarrolló el partido. En el primer set, Charly se vio superado por el plan de Rinderknech, que pareció haber tenido días para trazarlo. En el segundo, con magia y carácter (llegó a perder por 4-6, 4-5 y 0-15), igualó las fuerzas. Al límite, en el tie-break del tercero, se olvidó de que estaba jugando en territorio semidesconocido. Se liberó. El primer punto lo consiguió tras correr hacia atrás y esprintar hacia adelante, lanzándose al suelo para superar la red. El segundo, con una de sus dejadas. El tercero, con una derecha letal tras un globo medido al milímetro. Así hasta tener cinco puntos de partido. Parecía un espejismo tras tanto sufrir. Ya era el Charly de siempre.
De menos a más
“¿Cómo te preparas para jugar sobre hierba?”, le preguntaban a Alcaraz tras la victoria. “No puedo jugar en casa, pero entreno los movimientos. También vine antes para jugar aquí con otros jugadores. Para ser mi primer partido, me he sentido bien, pero espero sentirme mejor en los siguientes”, respondía. Rinderknech, jugador de saque y volea, venía con tres partidos sobre hierba en las piernas, habiendo eliminado a Feliciano López en la previa. También con más experiencia. El francés acortó los puntos al máximo y se mostró muy firme en la red, donde Charly se dejó un buen saco de tantos en los primeros parciales. En el primer set, sólo ganó un 33% de los mismos. Rinderknech, un 56%. Al final del partido, la estadística era favorable al español, con un 63% frente al 51% del francés. El camino a seguir hacia Wimbledon.