Sinner apaga a Alcaraz
El italiano derrota al español, nuevo número 4 del mundo, por el título de Umag y le inflige su segunda derrota consecutiva en finales tras perder con Musetti en Hamburgo.
“Todo el mundo esperaba esta final y habrá que elevar el nivel para ganarla”, anunciaba Jannik Sinner (San Cándido, Italia, 20 años) antes de medirse con Carlos Alcaraz (El Palmar, Murcia, 19) en la final del ATP 250 de Umag en tierra batida, tras haberle derrotado en los octavos de Wimbledon. Español y transalpino están llamados a ser grandes protagonistas del futuro del tenis, pero a su vez son ya firme presente de este deporte. Tanto que Charly es el número 4 del ranking mundial, tras adelantar a Tsitsipas, y Jannik, el 9 haciendo lo propio con Auger Aliassime. Y en el partido definitivo del torneo croata lo demostraron desde el inicio. Ambos querían imponer su ritmo y así lo hicieron repetidamente cuando estaban en posesión del saque.
Tal fue la importancia del servicio en el set inicial que el primer deuce se produjo en el noveno juego con el transalpino al mando... y porque con 40-15 cometió dos dobles faltas consecutivas. Aún así, solucionó la papeleta para seguir sin una opción de break para ninguno de los contendientes. El brazo ejecutor de cada uno movía al adversario con destreza variando el dominador según cambiaba el orden al servicio. Así se llegó al tie break. Sin una sola pelota de quiebre y con un 75% de puntos ganados al servicio.
La igualdad en el set la rompió Alcaraz a base de genialidad. Con 2-1 arriba llegaron dos golpes maestros del murciano al resto. Un drive paralelo que dejó clavado a Sinner tras un saque a la línea y un globo prodigioso irrecuperable pese a que Jannik venía de alcanzar una dejada imposible ‘made in Carlitos’. Cerrar le costó por la respuesta de calidad de un ‘enrabietado’ Sinner, pero con un buen saque y una prodigiosa bola a los pies cuando el italiano se veía igualando el parcial certificaron el 7-6 (7-5) para Alcaraz.
Cambio radical.
El martillo pilón que tiene por brazo y la consistencia de un juego que mezcla precisión, pegada, fantasía, piernas de correcaminos y variedad de golpes hizo mella en Sinner que empezó a desesperarse, pero reaccionó como la gran estrella que también es. Salvó seis pelotas de break para evitar la rotura, quebró a Carlos, repitió defensa numantina de su saque y cogió nuevos bríos en la suerte del partido. Ahí cambio todo. El vendaval de San Cándido soplaba huracanado y el octavo español que alcanza el Top-4 (el segundo más joven desde Nadal) se quedó sin corriente. El segundo set volaba (6-1) y reeditar la victoria en el torneo que le vio ganar por primera vez en ATP se complicaba.
El descanso antes del parcial definitivo sirvió para templar sensaciones y volver al guion original... aunque con un importante matiz: Sinner seguía levantando bolas de break a Carlos. Nueve en total. Y ese hecho repitió la historia del segundo set. Sinner se llenaba de energía según levantaba opciones de quiebre y acabó bajando los fusibles a Alcaraz. Apagón final del español para entregar la manga por 6-1 y sumar su séptima derrota del año, por 42 victorias. Es la segunda final perdida consecutiva en una semana por parte de Alcaraz tras perder con el italiano Musetti en Hamburgo. “Sinner mereció la victoria”, reconocía el español.