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TENIS

Primer Top-10 de la historia sin revés a una mano

La salida este lunes del griego Tsitsipas, que cae al 11º puesto, deja los diez primeros lugares del ranking sin tenistas que utilicen un golpe en extinción.

Stefanos Tsitsipas, en el Mutua Madrid Open.
PEPE ANDRESDiarioAS

Cuando se publicó el primer ranking mundial de la historia, el 23 de agosto de 1973, la mayoría de los jugadores pegaban el revés a una mano. De hecho, nueve de los diez mejores lo hacían así, incluido el primer número uno, Ilie Nastase. Eran, además del rumano y en orden descendente, Manuel Orantes, Stan Smith, Arthur Ashe, Rod Laver, Ken Rosewall, John Newcombe, Adriano Panatta y Tom Okker. El décimo, Jimmy Connors, era el único que ejecutaba ese tiro a dos. Este lunes, 51 años después, en el Top-10 no habrá por primera vez en la historia ningún tenista con revés a una mano: lo forman Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev, Andrey Rublev, Alexander Zverev, Holger Rune, Hubert Hurkacz, Alex de Miñaur y Taylor Fritz. La caída de Stefanos Tsitsipas al undécimo puesto depara este suceso único hasta ahora. “Estoy aquí para que no muera”, dijo el griego en su día, y añadió: “Es algo que se asienta profundamente en mi corazón, porque realmente quiero ser como ellos (refiriéndose a las leyendas que lo usaron).

¿Por qué un golpe tan estético, vistoso y espectacular como ese está en peligro de extinción? Para empezar, porque el tenis ha ido dependiendo paulatinamente cada vez más de la potencia y la velocidad, que ha aumentado significativamente y producido una diferencia notable entre el que se practica ahora y el de los finos estilistas de los albores de la Era Open (desde 1968). Entre otros, John McEnroe, Stefan Edberg, Pete Sampras, Gustavo Kuerten y Roger Federer, sobre todo, dieron lustre también a un estilo que se va perdiendo.

El suizo tuvo que cambiarlo cuando Rafa Nadal, con su two handed backhand no paraba de ganarle. Su revés pasó de defensivo a ofensivo y brilló hasta su último título de Grand Slam, el Open de Australia de 2018. “Creo que sería bueno tener un poco de ambos, porque a dos manos puede ser muy bueno, como nos mostraron algunos de los grandes: Borg, Wilander y Agassi, etc. Prefiero a una mano solo porque es como comencé. Pero creo que es bueno mezclar, a pesar de que los jugadores a dos manos están tomando la delantera a lo largo de los años. Eso está claro ahora”, dijo después de ser campeón en Melbourne.

Españoles y tenistas en activo

En cuanto a los españoles, además de Orantes, Manuel Santana también predicaba con el single hand, como Andrés Gimeno, y más tarde José Higueras, Emilio Sánchez Vicario, Alberto Berasategui, Nicolás Almagro (tremendo el suyo, quizá el mejor que ha tenido la Armada) y Feliciano López, el último seguidor de esa corriente, que se retiró el año pasado. Ahora no hay ni uno en el Top-100 (ni casi fuera de él) que lo ejecute de esa manera. Hay que irse al puesto 193 para encontrar a un tenista vintage que mantiene esa tradición en desuso: Oriol Roca, semifinalista la semana pasada en el Challenger de Bengaluru.

Pero la religión del revés a una mano aún no está acabada. En la élite, además de Tsitsipas, tampoco se bajan del carro Grigor Dimitrov, Lorenzo Musetti, Christopher Eubanks (aseguró que se arrepiente de haberlo adoptado), Daniel Evans, Dusan Lajovic, Stan Wawrinka, Dominic Thiem. Estos dos últimos, los que más partido le han sacado en las últimas décadas, el suizo con tres títulos de Slam y el austriaco con uno, el del US Open 2020, el último ganado por un representante de ese arte.

“Hasta los 12 años jugué con revés a dos manos, pero decidí cambiar. Era bueno, pero siempre me gustó mucho ver a jugadores que lo hacían a una y cuando me dijeron que tendría la potencia necesaria, decidí hacer el cambio. Desde el principio supe que sería positivo porque me da una habilidad natural para los golpes cortados y las dejadas”, dijo Dominic en Roland Garros 2019, antes de jugar la final contra Nadal, uno de los máximos exponentes de la naturaleza que domina ahora y que el español ha sabido dignificar, al igual que el gran Djokovic y más recientemente, Alcaraz. En el tenis femenino, el revés a una mano se ve aún menos. Lo hacía la legendaria Martina Navratilova y en España, Carla Suárez. Ahora se maneja así la alemana Tatjana Maria. Lo ideal es que ambos estilos sigan conviviendo, por el bien del tenis y de los espectadores. En cualquier caso, y permítanmelo, ¡larga vida al revés a una mano!

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