Nadal: “Yo solo he jugado al tenis, no he inventado nada”
El balear recibe el Premio AS Leyenda 2025 tras una exitosa carrera en la que ganó 14 Roland Garros y fue número uno durante 209 semanas.

Rafael Nadal es todo un ícono. El balear, Premio AS Leyenda 2025, se retiró hace poco más de un año tras una carrera espectacular, en la Final a 8 de la Copa Davis. En su palmarés, 92 títulos ATP, 22 Grand Slams, 14 Roland Garros, 36 Masters 1000 y 209 semanas como número uno. Un montón de trofeos a sus espaldas, además de haber aficionado a todo un país al tenis. Es, sin duda, uno de los deportistas españoles más queridos y aclamados.
Está usted recibiendo más homenajes que partidos ha jugado. ¿Se lo esperaba?
En el primer año después de la retirada, sí que hay este tipo de cosas. Yo tampoco no soy muy dado a ellas, conservo este punto de timidez. Una cosa es cuando estás en la pista. Estás aquí rodeado de grandes leyendas de nuestro deporte, muchos a los que vi desde que era niño y me siento un poco avergonzado de ser el centro de atención con todos ellos. Realmente, sigo sin llevarlo del todo bien, pero, aún así, estoy muy agradecido con Diario AS y todos los que me habéis tratado de una manera tan fenomenal durante estos años. Me siento un privilegiado. Ya no solo por la suerte que he tenido de haber podido dedicarme a una de mis pasiones, sino por lo bien tratado que me he sentido siempre por todos.
Le vimos el otro día cogiendo de nuevo un año después la raqueta. Se está hablando directamente Roger Federer, de que se volverían a encontrar... ¿Esto puede ser?
Por poder, se puede. Nunca se sabe. Con Roger mantengo muy buena relación, hablamos de manera habitual. Yo creo que en algún momento algo saldrá. Él lleva más tiempo fuera y yo, en un año, literalmente he jugado 45 minutos un día y 45 minutos otro, siendo honestos. Para volver a ponerme en una pista y que no sea un espanto, necesitaría un poco de tiempo.
Ahora mismo, en un Nadal vs Federer, ¿quién gana?
Sinceramente, él. Lleva más tiempo entrenando que yo. Creo que él tiene algo para enero, por lo cual lleva tiempo preparándose. Yo ya le dije en la última conversación que tuvimos, que si tenemos que hacer algo, que me avise con un poquito de tiempo. No me hagas aquí hacer el papelón en la pista. Si en algún momento surge la oportunidad, que nos divierta a los dos, algo que sea bueno.
Y en un enfrentamiento entre Nadal y Tiger Woods, ¿quién gana?
Yo mejor no me meto en ese campo, porque ahí, realmente sí que lo único que haría sería mirarle cómo juega. Aparte, es uno de mis grandes ídolos. Pensaba que en la vida de retirado tendría tiempo para todo, para hacer todas las cosas que no había hecho durante 20 años y, de momento, el día a día me va comiendo. Es verdad que he sido padre otra vez hace poco. Habrá que buscar tiempo para ello en un futuro cercano.
¿En qué otro deporte le habría gustado ser campeón? Era muy bueno jugando al fútbol en sus años mozos.
Ya no soy muy bueno en nada (risas). Siendo honesto, jugué a fútbol 15 años después. No me pude imaginar lo mucho que se pierde en esto. En el golf me defiendo. Tengo un swing horroroso, pero competitivo sí que soy.
Tiene amigos muy comunes, que pasan desapercibidos (risas). Carlos Alcaraz, Aitana, Sebastián Yatra, Alejandro Sanz...
Son muchos años de viajar, de tener la oportunidad de conocer a muchísima gente. De vivir cosas que, sin haberme dedicado al deporte, no hubiera podido vivir jamás. Siempre digo lo mismo, pero es así como lo siento. Gracias al deporte he podido crecer como persona en todos los sentidos. Ha sido un punto de unión de muchos mundos, porque es aspiracional, genera emociones y es real. Salimos ahí, unos ganan, otros pierden... O a veces empatan. Pero, en momentos decisivos se tiene que ganar o perder también, y eso es lo que hace grande a nuestro mundo, que es el deporte. Es real y lo que se ve es lo que es.
No sé que piensa cuando ve ahora a Zinedine Zidane en el Madrid.
Con Zidane, he vivido como espectador, todo lo que hacía, igual que con Raúl (González), que lo tengo aquí delante. Es uno de mis grandes ídolos, como Zidane. Tuve la suerte, además, de que me dio mi primer título, mi primera Copa de Roland Garros. En la ceremonia de los Juegos Olímpicos, también recibí la antorcha de él. Son dos momentos que fueron importantes dentro de mi vida deportiva y lo compartí con él. Me ha hecho disfrutar.
¿En qué momento está el Real Madrid?
Es segundo en la Liga, está bien posicionado en Champions. Supongo que, como siempre, en el mundo del fútbol tenéis que escribir y hablar muchísimo, y la realidad es que yo creo que se termina haciendo una bola muchas veces, de cosas que no son para tanto. Desde dentro, yo creo que se vive todo con un poquito más de normalidad. Son humanos, son deportistas. Son personas que intentan dar su máximo en el día a día. Hay veces que las cosas salen mejor. Habían empezado muy bien la temporada, ahora llevan unas semanas más complicadas. Estarán trabajando para buscar la solución y la encontrarán, porque, normalmente, así ocurre. Lo que sí es para tanto es ver todos los amigos que tienes, que tienes el mundo a tus pies y sigues tan normal.
Y eso no se entrena, Rafa. ¿Cómo se hace?
Yo solo he jugado a tenis, no he inventado nada en este mundo. Intento no perder de perspectiva esto, creo que no lo he hecho nunca. Nunca me he sentido más especial que eso. Sí, los resultados dicen que en una pista de tenis he sido destacado, pero fuera de ella soy una personal normal y corriente. Está es la realidad.
Sus hijos, si se quieren dedicar al tenis, ¿usted sería su Toni Nadal?
Hombre, Toni solo hay uno. No puede haber dos (risas). Ni me lo planteo, sinceramente. Quiero que hagan lo que les apetezca. Con el pequeño, que tiene tres meses, no intento absolutamente nada. Solo mirar cómo hace lo que puede, básicamente. Y yo también, siendo honesto. Con el otro, lo que intento es que haga deporte. Yo siempre he sido una persona muy apasionada en general, pero sobre todo del deporte. De pequeño, tuve la suerte de crecer en un entorno familiar deportista. Mi tío era futbolista y mi padre, siendo el menos deportista de la familia, creo que es el más aficionado al deporte en general. Vivía en un entorno muy deportivo. El deporte en sí tiene la capacidad de educar, de desarrollarse en muchos sentidos. Por eso me gustaría que mis hijos practiquen deporte. El mayor tiene tres añitos y lo tengo en marcha todo el día. Si me necesitan el día de mañana, espero estar.
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