Chasco para Federer: Tiafoe le da el título al Equipo Mundo
El estadounidense consuma el ‘sorpasso’ con remontada ante Tsitsipas, tras las derrotas europeas de Djokovic, contra Auger-Aliassime, y el dobles Berrettini-Murray.
El Team World (Equipo Mundo) le aguó este domingo la fiesta de despedida del tenis a Roger Federer en la Laver Cup, el torneo que fundó en 2017 y que gestiona a través de la empresa Team 8. El Equipo Europa, que había ganado las cuatro primeras ediciones, vio como la victoria se le escapaba (8-13) con tres derrotas consecutivas en la última jornada y no hubo foto del suizo (que volverá “con un puesto diferente”) con la copa en su último evento profesional.
Por parte de los campeones, dos grandes protagonistas, Jack Sock y Frances Tiafoe. Convertidos en villanos el pasado viernes, cuando vencieron al dobles Federer-Nadal, cosecharon otros seis puntos, decisivos en el triunfo mundial. Sock, con Felix Auger-Aliassime, ganó por 2-6, 6-3 y 10-8 a Matteo Berrettini y Andy Murray, antes del inesperado fiasco de Novak Djokovic, que adujo molestias en la muñeca derecha, contra Auger-Aliassime en dos sets (6-3 y 7-6 (3) en 1h34). Europa no se había visto por debajo en el torneo desde que en 2019 sus rivales se adelantaron el último día (7-11), antes de sucumbir por 13-11. En el tercer encuentro, Tiafoe consumó el sorpasso al revertir un marcador adverso y levantar cuatro puntos de partido en el desempate de la segunda manga, para imponerse en el súper tie-break a Stefanos Tsitsipas por 1-6, 7-6 (11) y 10-8 en 1h46.
Sock es el hombre récord de la competición en partidos disputados (16, 1-3 en individuales y 9-3 en dobles) y en puntos ganados (20, 1 en individuales y 19 en dobles). El viernes deslució un pelín la fiesta de Federer, al imponerse al suizo y a Nadal en el primer dobles del torneo, y el domingo puso a sus compañeros en una situación que, seguramente, no esperaban, ya que el conjunto del Viejo Continente fue campeón en las cuatro ediciones disputadas anteriormente, y el año pasado, el Mundo sumó un solo punto (14-1). “Más vale que ganes”, fueron las palabras, que según reveló Sock, le dijo su capitán, John McEnroe.
Más tarde, Novak Djokovic tuvo la ocasión de poner a los suyos a un paso de ganar, pero se topó con una gran versión de Auger-Aliassime, que le colocó 39 golpes ganadores por 15 del serbio, y ganó un 81% de puntos con primeros servicios. Este mismo año, en Roma, el ganador de 21 Grand Slams había dominado al canadiense en dos mangas bastante disputadas (7-5 y 7-6 (1)), aunque esta vez, la inactividad (llevaba dos meses y medio son jugar), que no se notó demasiado el sábado, le pasó factura ante un rival mucho más rodado y con confianza. “Es una de las mejores actuaciones de mi carrera”, afirmó Felix.
El marrón europeo era para Tsitsipas, que no podía fallar ante Tiafoe y lo hizo. El griego, que no atraviesa por un buen momento de forma, chocó contra el americano, que se encuentra en el polo opuesto tras ser semifinalista en el US Open. Tsitsipas hizo un partido impecable hasta que en el tie-break se bloqueó al perder esos cuatro match-ball, aunque, todo hay que decirlo, Tiafoe se sacó de la chistera un ramillete de puntos impresionantes, utilizando su físico privilegiado y también la buena mano que tiene para conseguir efectos y volear cerca de la red. La victoria fue celebrada con pasión futbolera por los jugadores del Resto del Mundo tumbados sobre la pista del O2 Arena de Londres encima de Frances.
“Al final el resultado fue irrelevante, solo estar con él en la pista era lo importante. El tenis ganó esa noche. Federer es un embajador increíble, mejor persona incluso que jugador. Le doy las gracias por darme la oportunidad de estar en este evento. Le echaremos mucho de menos ganándonos en los Grand Slams. Me dijo que extrañaría estar en los vestuarios. Le felicito por su asombrosa carrera”, dijo Tiafoe, campeón junto a Auger-Aliassime, Taylor Fritz, Diego Schwartzman, Alex de Miñaur, Sock y Tommy Paul, con los hermanos John y Patrick McEnroe como capitanes. “Quiero a todo el mundo”, gritó el primero, eufórico. “No puedo imaginarme una semana mejor que esta. Hemos tenido a Rod Laver, mi ídolo de la infancia, a Roger Federer, con una de las mejores noches que recuerdo...”, añadió. El Mundo, por fin, lo había conseguido.