El plan de Nadal

Rafa Nadal prepara a conciencia su regreso a las pistas, anunciado por él mismo el viernes en redes sociales. El balear volverá a competir oficialmente casi un año después de su último partido, el que perdió en la segunda ronda del Open de Australia contra Mackenzie McDonald. Lo hará en el ATP 250 de Brisbane (31 de diciembre al 7 de enero). Antes, para afrontar de la mejor manera posible a la gira oceánica, el ganador de 22 Grand Slams tiene un plan de adaptación a las condiciones que se encontrará en su regreso, y que implica abandonar durante unos días las instalaciones de su academia, en Manacor, donde ha estado entrenándose durante las últimas semanas cada vez con mayor intensidad.

Según confirmaron a AS fuentes de su entorno, Nadal viajará la próxima semana a Kuwait con su equipo para continuar con la práctica en un clima parecido al de Australia en esta época del año (allí empieza el verano). Utilizará las instalaciones de la Rafa Nadal Academy que montó en el espectacular Sheikh Jaber Al-Abdullah Al-Jaber Al-Sabah International Tennis Complex de Zahra, que cuenta con 130.000 metros cuadrados, 15 pistas entre cubiertas y al aire libre, piscina, gimnasio, canchas de pádel y squash, un ring de boxeo y un hotel Grand Hyatt de 300 habitaciones. Rafa pasará allí unos días antes de volver a casa para pasar la Navidad con la familia, antes de emprender el viaje a Brisbane, donde celebrará la Nochevieja, puede incluso que después de debutar en el torneo.

Durante su estancia en Kuwait contará con la ayuda de un joven profesional que ha sido invitado a esta estadía en el país árabe del Golfo Pérsico. El francés de 19 años y 36º del mundo, Arthur Fils, finalista de las NextGen ATP Finals, será el sparring de lujo de Nadal desde el 8 de diciembre. Su entrenador, el extenista Sebastien Grosjean, lo confirmó el viernes en Yeda (Arabia Saudí), donde se disputó hasta ayer el torneo con los mejores sub-21 del curso. “Soy fan de Rafa, me encanta el campeón y el hombre, así que estoy encantado, es genial que esté de vuelta”, expresó el técnico en declaraciones que recoge L’Equipe. “Me invitó muy amablemente”, reveló Fils. “Voy a darlo todo y tratar de no dejarme llevar demasiado por su drive. Voy a aprovecharlo al máximo. Me gustaría jugar contra él en la final de Roland Garros, si pudiera pararlo ahí a mi edad, sería bueno”, añadió.

Después de la vuelta a Manacor, donde Nadal descansará antes de continuar con la preparación, llegará Brisbane. Allí jugará con una invitación de Tennis Australia y no tendrá que recurrir al ranking protegido, que le da derecho a entrar directamente en un mínimo de nueve torneos con el número nueve de la clasificación, el puesto que ocupaba a los tres meses de su baja por lesión. Aunque eso no implica que pueda ser cabeza de serie. Rafa competirá en la capital de Brisbane seis años después. Lo hizo por última vez en 2017 y fue eliminado por Raonic en cuartos de final tras ganar a Dolgopolov y a Mischa Zverev. Fue el inicio de su resurgimiento. Poco después fue finalista en el Open de Australia y aquella temporada ganó Roland Garros y el US Open.

Expectación

Allí están entusiasmados con su vuelta y se frotan las manos por el impacto positivo que tendrá en la venta de entradas. “Estamos encantados de que Rafa regrese al tenis aquí y sabemos que sus fans estarán muy emocionados”, dijo el director del evento, Cam Pearson. “Es una noticia increíble que una superestrella del tenis haya elegido el Brisbane International como su torneo de regreso y su tan esperada vuelta al tenis”, afirmó Adrian Schrinner, alcalde la ciudad. Nadal quería volver a Australia, lugar con el que mantiene una relación especial, que se estrechó por su épico título conquistado en Melbourne hace casi dos años. Será allí donde hará realidad su enésima resurrección.

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