Dietloff von Arnim: “Podemos hacer el tenis mucho más grande”

Dietloff von Arnim, alemán de Düsseldorf nacido en 1959, es abogado de profesión, presidente de la Federación Alemana de Tenis desde 2021. Lleva vinculado a este deporte más de 45 años y se presenta a las elecciones a la presidencia de la ITF este domingo en Cancún (México), a las que también concurre el actual dirigente, el estadounidense David Haggerty. Antes, charla con AS.

¿Cuáles son las líneas maestras de su plan para la ITF?

En primer lugar creo que la ITF necesita más transparencia y más democracia. Esto se consigue con más comunicación con las federaciones regionales. Tiene que ser mucho más cercana. Tenemos que tener los mismos objetivos. Muchas veces eso no está claro. Deberíamos preguntarles más, porque tienen mucha experiencia y conocimiento que aportarnos. Necesitamos su apoyo y tenemos la necesidad y el deseo de explicarles por qué tomamos algunas decisiones de cara al futuro. Al final tenemos que hacer el tenis más grande. Debería ser el objetivo de todos. A veces están muy solas. Tenemos que conseguir también que sus finanzas sean más estables. No darles peces, sino enseñarles a pescar. En todo el mundo solo el 7% de los jugadores de tenis están federados. En Europa tenemos más éxito con eso. Si podemos doblar esa cantidad, no solo podremos doblar la cantidad de ingresos de las federaciones por membresías, que es dinero que se puede utilizar para promover este deporte, también mejoraremos los clubes, los torneos etc. Hay que hacer la tarta más grande. Tenemos una gran oportunidad para hacer del tenis un deporte más grande y exitoso.

¿Qué parte del mundo identificaría ahora mismo como la que ofrece más posibilidades de crecimiento?

Pongamos un ejemplo. Si miramos al mercado español y hablamos de fútbol, o a cualquier otro país de Europa, también Alemania, hay muchísimos jugadores africanos. ¿Dónde están los tenistas? Vienen de Norteamérica, Sudamérica y Europa principalmente. No vemos muchos africanos o asiáticos, porque necesitan federaciones más grandes para eso. Si conseguimos que las tengan, podremos doblar la inversión en educación y en las base. Se puede ver esto fácilmente a través del ranking. No hay prácticamente africanos. En el top-100 está Ons Jabeur (la tunecina fue la primera árabe finalista de un Grand Slam en Wimbledon 2022). Es un orgullo para África. Pero ya está. No hay más. Podemos hacer este juego mucho más grande. Hay que doblar la cantidad de tenistas. Hace poco tuvimos una charla con un país africano de cara a las elecciones. Nos dijeron ‘decidnos lo que hay que hacer, no lo sabemos’. Decían que en Alemania podemos prácticamente ir a Bélgica o Países Bajos en bicicleta, y que ellos tienen que pagar mucho dinero más en billetes de avión. Tenemos que hacerlo mejor con ellos, apoyarles más.

¿Escuchó lo que dijo Novak Djokovic recientemente de la Copa Davis? Cree que la ITF debería contar más con la opinión de los jugadores a la hora de hacer cambios como el del formato de esta competición. ¿Qué opina al respecto?

Totalmente de acuerdo. No sé si conoce mi historia. Trabajé para la World Team Cup de la ATP (el precedente de la también extinta ATP Cup, que se disputó de 1978 a 2012 en Düsseldorf, ciudad alemana cuya federación local von Arnim presidió durante más 20 años). Al final, ¿qué queremos tener? A los mejores jugadores. Hay que preguntarles qué quieren. ¿Quieren jugar al mejor de tres, al mejor de cinco, al mejor de siete, al mejor de nueve? Lo digo con sentido del humor, pero hay que preguntarles ‘¿cómo queréis jugar?’. Tenemos que promocionar el tenis y devolverlo a los aficionados. Creo que si volvemos a cambiar el formato hay que preguntar también a los medios, a los periodistas interesados en tenis, a todos los que tienen intereses importantes en el juego. Tenemos mucha competencia en el mercado del entretenimiento, así que hay que tomar decisiones sabias de cara al futuro.

Feliciano López, el actual director de las Finales de la Davis, dijo también recientemente que “no hay formato perfecto”? ¿Está de acuerdo?

En primer lugar, Feliciano tiene razón. No existe un formato perfecto en ningún deporte. Pero después del Mundial de fútbol, creo que tenemos el evento por equipos más prestigioso del mundo. Tenemos que averiguar qué hacer con él. Tras el acuerdo con Kosmos y su ruptura, el problema de la ITF es que hay que decidir si se hace dinero con el evento, si se utiliza para promover el tenis... No es una decisión fácil, y tenemos que ser muy cuidadosos y tomar una decisión inteligente. No me preguntes ahora mismo cómo podría ser el formato ideal porque no tenemos un clic. Creo que podemos conseguirlo, pero no puedo decirlo ahora mismo, porque no sabemos cuál es la situación contractual, por ejemplo con Málaga y Valencia. ¿Podemos jugar en vez de 16 equipos en cuatro sedes 16 equipos de local y visitante? La semana pasada la mejor eliminatoria que tuvimos fue la de Gran Bretaña contra Francia. Pero en Croacia la mitad del pabellón estaba vacío. Hablé con los presidentes de las federaciones de Finlandia, Países Bajos y Croacia y no estaban contentos. Valencia el año pasado estuvo bien, pero este año ha sido distinto y ahora el problema es que se va a jugar en Málaga sin el equipo español. Y el año que viene España podría tener dificultades para clasificarse porque nadie va a querer jugar en febrero. ¿Qué van a hacer ahora? ¿Van a retorcer las normas y le van a dar una invitación por segundo año seguido?

Ampliar

¿Está contento con la actual relación entre los circuitos ATP y WTA y la ITF?

Sé por mi experiencia trabajando para la World Team Cup y como representante del tenis alemán que la relación no es buena. Ahora por ejemplo con el acercamiento saudí, tenemos que tomar decisiones rápidas. Si es una oportunidad o una amenaza no lo sé, elija usted la palabra. Pero al final, ofrece algo adicional a los jugadores. Hay que tomar una decisión. La ATP, La WTA y la ITF deberían ir todos juntos a decirles que está bien que quieran invertir en el tenis. No arruinemos este deporte, tratemos de hacerlo mejor. La ITF es el órgano de gobierno del tenis, pero estas tres entidades tienen que sentarse mucho más a menudo.

¿Cómo ve el futuro del tenis ahora que la generación del Big Three va tocando a su fin? ¿Ve alguna estrella emergente más aparte de Carlos Alcaraz?

Veo que eres un tipo joven. Yo recuerdo cuando jugaba Boris (Becker) y creíamos que esa época no se repetiría. Hemos tenido 20 años de dominio de Roger (Federer), Rafa (Nadal) y Novak (Djokovic). Y se unieron también Andy Murray o Stan Wawrinka. Eso va a cambiar un poco, pero si hablamos de promoción del tenis, habla con la ATP. La atención de los medios crece, la gente quiere ver tenis. Con Federer o sin él, el pastel crece. Eso es fantástico para este deporte, pero seguro que las cosas van a cambiar sin estos tres, así que tenemos que ser cuidadosos con nuestras decisiones.

¿Qué opina de la igualdad de premios económicos entre hombres y mujeres? ¿Como presidente va a hacer por promoverla?

Creo que la igualdad es buena y es una buena señal que los Grand Slams lo hayan igualado. Pero en niveles inferiores es muy difícil para los torneos conseguirlo. Hay mucho trabajo que hacer en esto y la ITF tiene que hacerse cargo. Es uno de los objetivos.

¿Es optimista acerca de sus apoyos de cara a las elecciones?

Sí. Cuando veo el feedback de los Grand Slams, los presidentes... Creo que cada vez es menos una cuestión de Dietloff o Haggerty. Tenemos que hacerlo mejor. Tenemos que garantizar financias estables, tenemos que producir más jugadores, mejorar su educación. Definitivamente necesitamos un cambio y creo que cada vez más gente lo piensa. Soy muy optimista de cara a Cancún.

¿Hay algo que considere positivo de la presidencia de Haggerty?

Creo que se han hecho bien las cosas en la igualdad de premios. Y se ha hecho por promoverla y por involucrar cada vez más mujeres en el juego. Pero tenemos que cambiar ahora. No podemos esperar otros cuatro años. En los últimos años la ITF ha ido perdiendo terreno. Tenemos que tomar decisiones ahora, hacer fuerte a la ITF ya y no esperar más.