“Después de la Segunda Guerra Mundial no jugaron alemanes, japoneses ni italianos”

La semana pasada, Wimbledon abrió sus puertas a los jugadores rusos y bielorrusos. El Grand Slam británico fue el único torneo que negó la participación a dichos tenistas debido al conflicto entre su país y Ucrania. Su postura, de hecho, supuso que el major no pudiera repartir puntos ATP ni WTA en 2022. Fue el castigo de las organizaciones internacionales, que abogaron desde el inicio por permitir jugar a rusos y bielorrusos siempre que fuera sin utilizar las simbologías propias de sus países.

Una postura con la que no está de acuerdo la número uno del mundo, una Iga Swiatek que siempre ha mostrado su apoyo al pueblo ucraniano. Sin ir más lejos, desde el inicio de la guerra, juega con un lazo con los colores de su bandera atado en la gorra. “He oído que después de la Segunda Guerra Mundial no se permitió jugar a alemanes, japoneses ni italianos, y creo que cosas así demostrarían al gobierno ruso que quizá no merezca la pena. Sé que es algo pequeño, pero siento que el deporte es bastante importante y siempre se ha utilizado en la propaganda”, ha declarado la polaca en una entrevista con la BBC, dejando clara su opinión al respecto.

Respeto hacia rusos en contra de la guerra

“Creo que el tenis, desde el principio, podría haberlo hecho un poco mejor a la hora de mostrar a todo el mundo que los tenistas están en contra de la guerra. Podrían hacer más para dejar claro ese punto de vista y ayudarnos a sobrellevarlo un poco mejor en los vestuarios, porque el ambiente es bastante tenso”, añade, mostrando admiración por los compañeros rusos y bielorrusos que han declarado en contra de la guerra. “Le di la mano, por ejemplo, a Daria Kasatkina, que dijo abiertamente que estaba en contra de la guerra. Es algo que respeto mucho, porque me parece valiente que los atletas rusos digan eso”, cierra.