Épico Davidovich: “Tuve que tomar 5 o 6 pastillas para jugar”

Alejandro Davidovich está a dos pasos de poner fin a un fenómeno extraño, casi paranormal. El español, que es 55º del mundo virtualmente y que llegó a ser el 21º del mundo, no tiene ningún título ATP en su palmarés. Es algo muy llamativo. Cuando estaba en su mejor ranking, todos los tenistas por delante de él habían levantado, al menos, un trofeo. La sequía, si unas molestias en la espalda se lo permiten, podría llegar pronto a su fin. Este sábado, el malagueño, en un partido épico, superó a Taylor Fritz (7-6(4) y 7-6(6)) para alcanzar las semifinales en el ATP 500 de Delray Beach. No es una victoria cualquiera. El estadounidense, actualmente cuarto del mundo, es dos veces campeón del torneo (las dos últimas ediciones) y, esta vez, partía como primer favorito al título. No tendrá su hat-trick. La oportunidad, ahora, pasa a estar en la raqueta de Foki, que se medirá por un puesto en la final con el italiano Matteo Arnaldi (38º), vencedor sobre otro norteamericano, Brandon Nakashima (7-6 y 6-4).

Más allá de los números, las estadísticas y el ranking, el mérito de Davidovich también radica en su resiliencia sobre la pista de Florida, que vivió varias películas en un solo partido. Acción, drama, épica. Y un final con giro de guion. Después de dominar, con mucho trabajo y siempre al límite, Alejandro encajó una inoportuna rotura con 5-5 en el segundo set. En ese momento, cuando Fritz sacaba para igualar el duelo, el español pidió tiempo médico por problemas en su espalda, algo siempre polémico. La decisión surtió efecto, pues, al volver, igualó la manga para forzar el tie-break y llevarse, finalmente, el partido. Un movimiento que muchos interpretaron como una táctica para desestabilizar al rival. Foki, sin embargo, dejó claro que el dolor era real: “Me disculpé con Taylor porque me dolía mucho la espalda al final del segundo set. No lo hice a propósito. Tuve que tomar cinco o seis pastillas para poder jugar”, aseguró a pie de pista, elegante.

Su capacidad de sufrimiento escondía un premio mayúsculo. En Delray Beach, Davidovich disputará sus primeras semifinales desde agosto de 2023, en Toronto. Contra Fritz, además, sumó la octava victoria de su carrera contra un top-10 y la cuarta contra un top-5. Viviendo el presente, alargó la buena dinámica de un inicio de año ilusionante, que permite pensar de nuevo en su mejor versión. El año pasado, su balance de victorias y derrotas contra el top-50 no estuvo a la altura de lo esperado (3-16); ahora, ha empezado la temporada con un favorable 4-3. “Se siente increíble. Tener estas victorias dan confianza para empujarme a mí mismo e ir por más, pero ahora sólo pienso en poder ir a descansar”, celebró, exhausto, un Foki que, en el Open de Australia, ya protagonizó varios de los momentos más emocionantes del torneo, remontando dos sets en contra frente a Felix Auger-Aliassime y Jakub Mensik, oponentes de entidad. Pagar una entrada por verle siempre merece la pena.

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