Daniel Evans renace tras superar su adicción a la cocaína
El tenista británico alcanza su posición más alta en el ranking ATP (21) tras superar el calvario que le supuso estar fuera de las pistas tras ser sancionado por consumo de cocaína en 2017.
Diego Armando Maradona, Mike Tyson, Dani Benítez (ex futbolista del Granada), el Chava Jiménez (exciclista español y campeón de España de ciclismo en ruta en 1997) y Daniel Evans tienen una cosa en común además de ser deportistas de élite. Todos ellos tuvieron problemas con las drogas, concretamente con la cocaína. Algunos no pudieron remontar el vuelo y el consumo les afectó gravemente en sus carreras deportivas, sin embargo, este no es el caso de Evans, que ha sabido levantarse de una etapa oscura y conquistar el pasado domingo su segundo título ATP tras la sanción que le interpuso la Federación Internacional de Tenis (ITF) por consumo de la droga, que le alejó de las pistas durante un año en el momento más álgido de su carrera hasta entonces.
Daniel Evans es un ejemplo de superación y constancia, demostrando que una mala decisión que puede arruinarte la vida no debe ser definitiva para el devenir de tu carrera. El británico ha superado con creces sus problemas, estando en el mejor momento de su carrera con 33 años, encontrándose en mejor puesto en el ranking ATP que cuando fue sancionado por cocaína.
Sacrificios por un sueño, ser tenista profesional
Evans siempre tuvo claro que dedicaría su vida a la raqueta, pero hasta los siete años dudaba entre el squash y el tenis. Finalmente se decantó por el segundo y a los 12 años tuvo que abandonar su hogar en Birmingham para mudarse a Loughborough (Londres), con una familia de acogida, para que pudiera seguir entrenando al deporte que tanto amaba. Sus sacrificios dieron sus frutos, ya que en el año 2004 se consagró con el equipo británico ganando el World Junior Tennis. Dos años después debutaría como tenista profesional.
Tras conquistar la Copa Davis con Gran Bretaña en 2015, Evans estaba destinado a coger el testigo de Andy Murray y convertirse en el tenista británico de referencia dentro del circuito, pero en octubre de 2017, hubo un giro que cambio su vida y su carrera por completo. El tenista de Birmingham, que tenía en ese momento 27 años, fue suspendido un año por dopaje tras dar positivo en cocaína, frenando su ascenso hacía los primeros puestos del ranking ATP y cortando de raíz su carrera, ya que cuando volvió 365 días después, lo hizo desde la última posición, sin puntos y desde entonces, no ha parado de subir.
La cocaína le destrozó la vida y notó de primera mano, el rechazo del resto de deportistas. “Fue decepcionante y muy duro comprobar cómo mucha gente a la que yo había apoyado y que consideraba mis amigos, me daban la espalda cuando pude volver a jugar al tenis. Hubo torneos que me negaron invitaciones, pero no dejé que la ira volviera a dominarme”, comentó Evans en una entrevista años más tarde de su sanción al Daily Mail, que vio como la mayoría le dieron de lado, hasta sus patrocinadores.
“Aún hoy en día a veces me doy cuenta de lo estúpido que fui, pero he aprendido a no mirar atrás. El problema es que durante el año que estuve suspendido era incapaz de aceptarlo y me odiaba a mí mismo. Hice las cosas muy mal durante la sanción, era incapaz de controlar mis emociones y seguí comportándome como un estúpido. Cuando me senté con un psicólogo deportivo, me dijo que era la persona que más rabia acumulada había visto en su vida y eso me hizo reflexionar”, explicó el tenista británico que supo canalizar todos sus errores para volver más fuerte al circuito. “Me di cuenta de que no podía seguir así, estaba siempre enfadado, hablando mal a la gente de mi entorno. Supe que tenía una nueva oportunidad y que, aunque las cosas no fueran a ser sencillas, debía demostrar a todo el mundo y a mí mismo que lo que hice fue un error grave, pero que tenía futuro en el tenis”, comentó Evans en la entrevista y razón no le faltó.
Perseverancia y trabajo duro para seguir disfrutando del tenis
A pesar de encontrarse en el fondo del ranking ATP y con la moral por los suelos, Evans le dio la vuelta a la situación con trabajo duro y mucho esfuerzo. Tras años quedándose a las puertas, en febrero de 2021 consiguió su primer torneo ATP gracias al Murray River Open de Melbourne 250 tras ganar en la final en dos sets a Félix Auger-Aliassime. Y la recompensa final llegó este pasado domingo, tras conquistar el ATP 500 de Washington ante Tallon Griekspoor por 7-5 y 6-3, lo que permite alcanzar el puesto número 21 del ranking, siendo este más alto de su carrera profesional.
Perseverancia, trabajo duro, ayuda psicológica y aprender a que tus errores no te machaquen de por vida, así ha sido la receta de Daniel Evans para poder seguir practicando el deporte que más le gusta.