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TENIS | NÁPOLES

Kecmanovic evita el doblete de Carreño

Tras barrer a Fognini en su partido aplazado del jueves, el gijonés pagó el esfuerzo ante el serbio, que le tumbó en dos sets.

EFE
Actualizado a
El tenista español Pablo Carreno of Spain celebra un punto durante su partido ante Arthur Rinderknech en el Gijón Open.
Quality Sport ImagesGetty

El tenista español Pablo Carreño, primer favorito, se impuso con autoridad este viernes al italiano Fabio Fognini con un doble 6-1 en menos de una hora de partido, en los octavos de final del torneo de Nápoles, sobre pista dura. El encuentro comenzó a celebrarse el jueves, como estaba previsto, pero con apenas tres juegos ya disputados, la aparición de la lluvia obligó a posponer el desarrollo del partido, que se reanudó esta mañana.

No obstante, los problemas meteorológicos y el cambio de fecha no fueron obstáculo para Carreño, número 15 del mundo, que dejó el primer set el jueves con un 3-0 a favor, dos roturas de saque incluidas, y remató la faena ya el jueves sin mayores complicaciones. El segundo set discurrió de la misma forma, con otras dos roturas de servicio favorables para el asturiano de 31 años, que minimizó a Fognini, número 64 del ránking ATP, a pesar de estar jugando como local.

Kecmanovic evita el doblete

Tras la novena victoria en 11 encuentros del gijonés frente al tenista italiano de 35 años, en una rivalidad que se remonta a su primer partido, en 2013, le tocó afrontar su segundo duelo del día, el de cuartos de final ante el serbio de 23 años Miomir Kecmanovic, 30ª raqueta de la ATP. Carreño pagó el pato del extra de esfuerzo requerido y sucumbió en dos sets (7-5 y 6-2) tras una hora y media de juego.

Dio la cara en la primera manga, que equilibró tras perder su saque al comienzo y terminó cediendo con una rotura de Kecmanovic en el undécimo juego. Rápidamente se vio por detrás también en el segundo parcial, en el que el balcánico llegó a abrir una brecha de cuatro juegos: 1-5. Con el depósito vacío, Carreño aguantó un servicio más, pero no pudo recuperar algo de terreno al resto y acabó diciendo adiós a la bella Nápoles.