Becker: “Hay que estar un poco loco para ser número uno”
El alemán, ganador de seis Grand Slam, concedió una entrevista a la ATP sobre su experiencia como número uno. “Pensaba que todo era perfecto pero estaba Lendl”.


El tenista alemán Boris Becker ha concedido una entrevista a la ATP en la que ha querido repasar su etapa al frente del ranking ATP durante su etapa como profesional, algo que finalmente logró en 1991 después de casi cinco años de lucha.
Becker reconoce que hay que estar obsesionado por el tenis para llegar a la cima, ya que tienes que estar concentrado todo el rato en el deporte. “Hay que estar un poco loco y ser un poco egoísta para ser número uno y hacer que toda tu vida gire en torno al tenis. Estás dispuesto a hacer lo que sea necesario y toda tu vida gira en torno al tenis. No hay nada más importante que ganar tu próximo partido de tenis”.
El alemán reconoce que todos los tenistas que han llegado a la cima del ranking son un ejemplo para él y reconoce el mérito de los pioneros para conseguir que el tenis sea el deporte que es en la actualidad. “Fue para mí un honor entregarle el trofeo de número uno de 2024 a Jannik Sinner y formar parte del club de tenistas que han sido números uno. Los otros 28 jugadores que lo han logrado han sido mis héroes. Todo lo que tengo se lo debo al tenis. Pero es importante recordarles a los jóvenes quiénes nos abrieron el camino. Antes no jugábamos por premios de millones de dólares, pero gracias al éxito de Ilie Nastase, John Newcombe, Bjron Borg o John McEnroe, el tenis se volvió más popular”
Sin embargo, el propio Becker reconoce que a él le costó mucho alcanzar el número uno en su rivalidad con Ivan Lendl. “Tenía 18 años cuando alcancé el número 2 del ranking el 2 de septiembre de 186. Fui dos veces campeón del mundo, y creía que mi mundo era perfecto, pero había un tipo que se llamaba Ivan Lendl que siempre me superaba. No pensé que necesitaría cuatro años y medio más para llegar a la cima. Finalmente lo logré en 1991 tras ganar la final del Open de Australia. Él era número uno y yo el dos. Sabía que tenía que ganar ese partido para superar ese obstáculo y me llenó de satisfacción”.
Un Becker que también subraya que la constancia es clave para aquel tenista que opte a llegar a la cima de la clasificación. “La clave para ser número uno está en la constancia, semana tras semana. Llegar siempre a la final o ganar torneos es lo que te lleva y te mantiene en el número uno. En los 80 yo era un adolescente y alternaba grandes torneos con semanas mediocres, mientras que Lendl, Mats Wilander y Stefan Edberg eran más constantes durante 52 semanas. Pero eso cambió a principios de los 90″.
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