El campeón Bautista se atranca ante un rival inferior

Sin esfuerzo y concentración no se ganan partidos en el tenis. Se puede jugar regular y conseguirlo con experiencia y oficio, pero lo otro es primordial. Aunque a veces también es necesario competir al nivel más alto posible. Que se lo digan a Roberto Bautista, que después de pegarse una paliza de tres horas para superar al húngaro Fucsovics en la primera ronda del ATP 250 de Doha, tuvo que emplearse de nuevo a fondo ante Christopher O’Connell, pero no le venció pese a tener el encuentro controlado y muy cerca el triunfo en el segundo set: 3-6, 7-6 (5) y 6-4 en dos y 39 minutos.

Quizá no pudo recuperase el español, vigente campeón del torneo, todo lo bien que hubiera querido, tras ese partido de estreno que acabó a medianoche, para aspirar a un posible cruce con Daniil Medvedev este jueves en cuartos. Ahora, si el ruso vence al británico Broady en el último turno de la central, le esperará el inopinado O’Connell, australiano de 28 años y 94º del mundo, que apeó a Fernando Verdasco en segunda ronda, limitado, pero con una notable capacidad atlética.

Roberto se sabía muy superior, pero no logró romper el partido hasta el octavo juego del primer set, cuando sumó su primer break y lo confirmo después. Su rival, con muchas carencias, utilizaba sistemáticamente el revés cortado (liftado o plano directamente no lo tiene), por eso el castellonense le sacaba hacia la derecha, a instrucciones de su entrenador, Daniel Gimeno, desde la despoblada grada de la pista 1, donde le animaba un célebre exjugador del Villarreal, equipo de sus amores, y de la Selección, que ahora juega en el Al-Saad de Qatar, Santi Cazorla.

Descalabro

De esa manera, Rober, vigente campeón del torneo, dominaba los puntos, pero también buscaba ese golpe débil de su rival en los intercambios largos, y la insistencia se volvió en su contra, porque el cortado acabó dándole buenos rédito a un O’Connell que seguramente hizo uno de los mejores partidos de su carrera. El segundo set lo tenía controlado Bautista tras levantar un 0-2. Pero con 5-4 y saque se atrancó y lo hizo de nuevo en un desempate al que llegó de milagro, tras remontar un 0-40 con 5-6 en el marcador. La tercera manga volvió a empezar mal para él, y aunque reaccionó, ya iba haciendo la goma tanto tiempo que al final se rompió. Un saque directo del aussie acabó con las ilusiones de revalidar título. No le queda más remedio que levantarse de este golpe que supoone irse por la puerta de atrás y sin aplausos de un evento tan especial para él, y continuar.

Nueva gesta de Murray

A sus 35 años y pese a que ahora es el 70º del mundo, Andy Murray no se rinde, ni mucho menos. Si el lunes fue capaz de remontar un marcador adverso contra Lorenzo Sonego en la primera ronda, este miércoles en octavos impidió la remontada de un top-10 como Alexander Zverev, aunque es cierto que el alemán estuvo meses sin jugar por aquella grave lesión de tobillo que se le produjo en las semifinales de Roland Garros ante Rafa Nadal. Sea como fuere, el británico aguantó los 49 golpes ganadores de su rival y le ganó por 7-6 (5), 2-6 y 7-5 en algo más de tres horas. Se enfrentará en cuartos (14:30) al francés Alexandre Muller, de la previa, que sorprendió al neerlandés Botic Van de Zandschulp (6-2 y 6-4). Lo pasó mal pero avanzó ante otro neerlandés, Tallon Griekspoor, Andrey Rublev, cabeza de serie número uno, que ganó con muchos apuros tras salvar tres puntos de partido (1-6, 6-1 y 7-6 (6) en 1h54). Se cruzará sobre las 12:30 con el checo Jiri Lehecka, que pudo con el finlandés Emil Ruusuvuori (6-2 y 7-6 (2).