Álvarez Varona: “Voy a disfrutar y a intentar dar alguna sorpresa”
“Ahora ya me toca a jugar suelto, libre. La presión la tendrá cualquiera de los que me toque”, dice el burgalés de 21 años, que juega su segundo torneo ATP.
Nicolás Álvarez Varona (Burgos, 21 años) recoge por fin este año los frutos del trabajo que viene haciendo desde que empezó a disputar Futures cuando tenía 14 años. Esta semana jugará en Gijón por segunda vez en el cuadro principal de un torneo ATP (lo hizo hace unos meses en el Barcelona Open Banc Sabadell), después de superar con brillantez la previa, algo que rozó, pero que no consiguió hace solo unos días en Tel Aviv.
La evolución de Nicolás ha sido excesivamente rápida, pero sí constante. Formado en la Academia de Cristiano de Olivera Pinto en su ciudad natal, en 2017, Nicolás destacó como júnior al ganar la Yellow Bowl de Grand Canaria y el RUC de Casablanca, éxitos que continuaron en 2018 cuando participó en Roland Garros, Wimbledon y el US Open. Desde 2019, cuando cerró el círculo al jugar el Open de Australia, las exigencia aumentó, tocaba dar un salto cualitativo en torneos ITF y lo hizo llegando a rondas finales y ganando dos títulos. Los Challengers fueron difíciles para él, como para la mayoría de los jugadores que intentan ser profesionales. Aun así, ya ha estado en dos finales, en Río de Janeiro el año pasado y en Liberec en 2022.
El domingo triunfó en Asturias. “Venía de jugar un torneo el día anterior y perdí, así que bueno, me encontraba con ritmo, de competir hacía poco. El sábado tuve un partido bastante complicado, contra un rival al que nunca había ganado (Oriol Roca) y se llevó el primer set. Tuve que remontar. Luego me empecé a encontrar mejor. Y este domingo (contra el italiano Giustino), desde el principio, saqué mejor que él. Yo creo que eso marcó bastante la diferencia y encontré mis sensaciones al resto”, explicó Álvarez Varona a los medios, entre ellos AS, tras su segundo duelo en la qualy. “Este año es el tercer ATP que juego y es la segunda previa que paso, así que eso indica que estamos haciendo las cosas bien. Los dos han sido en casa, en España, la otra fue en el Godó de Barcelona, así que muy bien. Ahora por lo poco que queda de temporada es un alivio y me da más ganas de seguir y de acabar lo mejor posible”, añadió.
Sin miedo
Nico no tiene miedo a lo que se encontrará ahora: “Un ATP de estas características siempre tiene un nivel muy, muy alto, como los propios nombres de los jugadores que hay, indica. Así que el rival siempre es muy, muy duro y voy a tener que jugar mi máximo nivel para ganar a Marco Trungelliti, sí quiero tener algunas opciones. Le conozco bien, nos conocemos y es un jugador con una calidad tremenda, juega muy, muy bien. Así que, a disfrutar de estos días de tenis. Y ahora descansar y recuperar”. De hecho, no descarta hacer algo grande: “Ahora ya me toca a jugar suelto, libre. La presión la van a tener cualquiera de los que me toque. Así que nada, a disfrutar, jugar mi mejor tenis y dar alguna la sorpresa”.
De aquí a final de año, el burgalés tiene claro su calendario y lo que tiene que hacer: “La semana que viene jugaré en Estocolmo. Y nada, pues seguir bien, evolucionando. Creo que si me fijo más en día a día, los resultados llegan. Está más que demostrado. Me centraré en mí, en mejorar, sobre todo en pista esas pequeñas cosas que todavía me faltan por mejorar”.