Alcaraz sufre para ganar su primer partido ATP como uno

Con apuros y fallos al inicio, y aplomo y dominio después, Carlos Alcaraz consiguió ganar su primer partido ATP como número uno del mundo. El murciano de 19 años, que estrenó su posición de privilegio con derrota en una competición ITF, la Copa Davis (ante el canadiense Auger-Aliassime antes de ganar dos días después al surcoreano Kwon), venía de caer a las primeras de cambio en Astaná y se sacó la espina en Basilea con una remontada de carácter (3-6, 6-2 y 7-5 en 2h17) frente a Jack Draper, emergente británico de 20 años y 45º, que hace un año era el 281º, 236 puestos más abajo.

Éxito por fin en su séptima semana en el trono del tenis, en casa de Federer, contra quien le hubiera encantado jugar y que estuvo en nueve de las diez últimas finales del torneo suizo, en el que ganó diez títulos. Para la segunda ronda, que se jugará el miércoles, espera rival: Van de Zandschulp o Mannarino.

“Me siento bien, no había tenido tiempo de disfrutar del uno, porque tenía que prepararme para los nuevos retos que me esperan”, dijo Alcaraz, que pagó las dificultades de adaptación a una pista dura bajo techo, con unas condiciones que cambian bastante de un lugar a otro. En el Astana Open, por ejemplo, donde perdió contra David Goffin, eran lentas. En el Swiss Indoors son un poquito más rápidas, algo que no le viene mal, pero que también favorece a sacadores altos como Draper (1,93), un chico que sirve con dureza (a una media cercana a los 200 Km/h) y efecto de zurdo. El inglés, además, supo defenderse y encontrar dos quiebres contra un alto acierto del español con primeros (73%) en el primer set. A base de reveses planos y drives altos, y ayudado por los 16 errores no forzados de Carlitos (34 al final), se adelantó de manera inopinada.

“Cometí muchos fallos al principio, por ser demasiado agresivo”, reconoció Alcaraz, cuya respuesta fue rápida. Con doble break y bastante más seguridad en sus golpes, tomó el mando en la segunda manga. No le convenía aflojar el ritmo y sofocó el intento de reacción de Draper, al que había movido de un lado a otro durante todo el partido, con el consiguiente desgaste.

Culminación complicada

Nervios fuera, antes de acometer la culminación de la remontada. No fue nada fácil, porque, pese a un malestar por el que atendido (se tomó una pastilla), Draper luchó con buena mano. “Fuerza, Carlos”, había dicho el cantante hispano-alemán Álvaro Soler, que actuó en el St. Jakobshalle justo antes del partido antes. Alcaraz necesitaba eso y paciencia. Y encontró ambas cosas. Rompió para el 3-2, aunque cuando parecía haber anulado al británico, este recuperó, amenazante, el rumbo en el encuentro. Eso no impidió que, no sin cierto suspense (su oponente salvó dos match-balls), la perla de la Armada se sacara a base de furia, saque-red y golpes ganadores (hasta 38) el mal fario que le perseguía como líder del ranking. Un saque abierto y un winner con la derecha le dieron el triunfo. Este martes, actúan otros tres puntales del tenis español: Pablo Carreño se enfrenta a las 13:00 a Báez; Bautista a Djere (21:00) y Davidovich a Kecmanovic (19:30).